La Presa de San José se encuentra dentro de los sitios considerados como atractivos turísticos en la capital de San Luis Potosí, esto gracias a su monumental e imponente arquitectura que data de hace 120 años.
Ubicada al poniente de la ciudad, en la periferia, la presa es el lugar ideal para caminar, hacer deporte y pasear como muchas familias acostumbran en sábado o domingo por la mañana; recorrerla requiere de esfuerzo físico para cruzar de extremo a extremo y alcanzar a apreciar las panorámicas que ofrece el lugar y que en ocasiones la superficie acuática se ve mermada por la proliferación del lirio.
Pero este sitio es famoso también por su ya histórica resbaladilla de concreto, una estructura en rampa que se ha convertido no sólo en un lugar ideal para niños y niñas sino en favorita de adultos y deportistas que desean pasar un día lleno de emociones al deslizarse por ella.
La divertida práctica se lleva a cabo desde hace al menos 50 años y en esta se usan cajas, botellas y/o artículos de plástico que sirvan como asiento para impulsarse sobre la pendiente.
La aventura es popular entre la población, incluso los paseantes al ser entrevistados por EL UNIVERSAL San Luis Potosí aseguran que es una vivencia que "todo buen potosino conoce". "Es de potosinos aventarse en cajas en la presa", comentaron.
La aventura consiste en usar cajas de plástico (principalmente), y subir hasta la parte alta de la resbaladilla para una vez ahí, tomar vuelo y deslizarse. Para la aventura no hay edad, se lanzan desde niños pequeños en brazos de hermanos y padres, hasta jóvenes y adultos recordando su infancia.
"Es un poco volver a ser niño, yo me acuerdo que desde chico venía aquí con mis papás y ahora traigo a mis niñas y les gusta, se sale uno de lo normal y aquí andan aventándose", relató Christian, quien a menudo acude al lugar.
Los comerciantes de fruta y frituras que se sitúan en la parte interior frente al puente central de la presa, incluso han aprovechado esta atractivo y rentan cajas de plástico en 20 pesos por media hora, tiempo suficiente para lanzarse en repetidas ocasiones.
La señora Mary, comerciante de la zona de antojitos que se encuentra ubicada al inicio del recorrido de la presa, comenta que los domingos es cuando hay mayor afluencia, familias completas acuden desde temprana hora para desayunar gorditas, menudo, sopes o tacos rojos, y después inician con la aventura primero con una caminata recorriendo hasta lo alto, y finalmente al llegar a la parte baja, permanecen en los juegos, los arcos y en la resbaladilla de concreto que es una parada obligatoria.