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San Luis Potosí, se convirtió en el segundo estado en contar con una “Sala Mariposa” para la implementación del Código con el mismo nombre, con el cual se le da atención a las personas que atraviesan un duelo por la pérdida de un bebé recién nacido o durante la etapa gestacional.
La Sala Mariposa de San Luis Potosí fue inaugurada el pasado 24 de agosto, y se ubica en una sección del área de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”.
La creación de esta sala en San Luis Potosí tomó un tiempo aproximado de tres meses, proceso en el que participaron especialistas de la salud mental y ginecológica, así como mujeres voluntarias de la Fundación Juan Pablo.
Manuel Mendoza Huerta, jefe de la división de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”, explicó que la Sala Mariposa “forma parte del código mariposa, una serie de acciones y de intervenciones que se hacen en pacientes que lamentablemente han tenido una pérdida perinatal, esto es el fallecimiento del bebé dentro de la mamá o en las primeras horas de nacimiento del bebé”.
Así como que nace por la “necesidad de identificar correctamente a la paciente, evitar malos entendidos, evitar comentarios a lo mejor por parte del personal de salud, con los cuales pudiéramos aumentar más ese dolor”, comentó Mendoza Huerta.
Ya que a nivel mundial, en México y San Luis Potosí, la incidencia de pérdida gestacional es alta, sobre todo durante las primeras 20 semanas de gestación, así como que durante el primer embarazo el porcentaje de una pérdida es de hasta un 80 por ciento, según lo referido por especialistas en salud ginecológica.
Una oportunidad de crecimiento
En este espacio conformado por seis camas de hospitalización, en cuyas paredes hay mensajes de motivación y diversas mariposas estampadas -como parte del mensaje de la transformación de cuando una oruga muere se convierte en mariposa- las personas que han perdido a sus bebés se pueden despedir físicamente o de manera simbólica de sus hijos, recuperarse físicamente y transitar un duelo saludable a través de acompañamiento psicológico.
En este lugar las cerca de 80 pacientes que se han atendido en menos de un mes, desde que se inauguró la sala, han liberado la culpa que suele generar la pérdida de un bebé, a nivel personal, social y familiar.
Elisa Castro, maestra en psicología e integrante del departamento de salud mental y del Código Mariposa, explicó que uno de los principales temas que se manejan en las mujeres es la culpa y la despedida, ya que cuando estos dos espacios no se transitan pueden provocar en las personas es una complicación de estrés postraumático, que puede generar no volver a intentar embarazarse nuevamente, aislamiento familiar o social e incluso separación con su pareja por la falta de comunicación.
“Por más que el bebé lleve 12 semanas de gestación o lleve 36 semanas de gestación, finalmente las convirtió en mamá (…) ellas tienen que hacer algún ritual de despedida, porque si no nos despedimos de algo que quedó solamente en el imaginario no vamos a poder afrontar el duelo”.
Elisa Castro agregó que luego de brindar el espacio aislado de las salas de lactancia o de recuperación de personas con bebés saludables; así como el acompañamiento por parte de trabajadores del área de Servicio Social para los trámites de alta y defunción de los bebés, les ha permitido a las mujeres transitar mejor su recuperación emocional y física.
“En varias ocasiones las pacientes me han comentado que es un cambio de una pérdida del año pasado a una pérdida de ahorita es completamente distinto en cuanto a la atención y que ellas pudieran sentirse seguras en caso de que la vida les pudiera dar pérdida en sus embarazos”, comentó.
Hasta el momento únicamente se atienden mujeres que tuvieron una pérdida y que recibieron la atención médica en el Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”, sin embargo, la Secretaría de Salud del Estado, busca replicar la Sala Mariposa en los nosocomios de todo el estado.