El 1 y 2 de noviembre son los días de máxima celebración de Día de Muertos en todo México. Según la tradición, para estos días los altares deben estar ya listos, de esta manera, los fieles difuntos podrán visitar sin problema las ofrendas que se les han preparado.
Si bien, el 2 de noviembre de celebra el Día de los Muertos, fecha en la que se conmemora a todas las ánimas en general, este 1 de noviembre es un día especial para todas aquellas niñas y niños que dejaron este mundo antes de los 12 años.
Asimismo, se recuerdan a aquellos bebés que murieron en el vientre materno antes de haber nacido o a aquellos que lograron nacer, pero, por complicaciones, fallecieron momentos después.
Los padres que han sufrido esta pérdida llaman a esos seres como “bebés cometa”, puesto que representaron en sus vidas una luz de vida y amor que pasó fugazmente como un cometa.
Para cualquiera de estos casos, se les honra como es debido. En los altares, además de colocarles los tradicionales elementos de las ofrendas, como flor de cempasúchil, papel picado, cruces de sal, agua y pan de muerto, se les coloca alimentos que solían disfrutar en vida, dulces y refrescos, así como sus fotos, juguetes o ropita de su pertenencia.
En el caso de los pequeños que murieron en el vientre de su madre, o bien, que murieron al poco tiempo de haber nacido, se colocan fotos de los ultrasonidos, así como de la ropa o juguetes que los padres con tanta ilusión habían comprado.
Te puede interesar: Elementos que NO pueden faltar en el altar de Día de Muertos