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En el umbral del Día de Muertos, la música del Trío Cantores del Potosí se convierte en un abrazo emocional que une a los vivos con los seres queridos que ya partieron.
Con su apasionada interpretación de la música huasteca, Ignacio Ortiz (violín), Joshua Pérez (quinta huapanguera) y Lucio Juárez (jarana) llevan cuatro años revitalizando las festividades de la región.
“Somos parte esencial de la fiesta porque sin música no hay danza, la música es lo que le da la vida al Xantolo”, confesó Lucio Juárez en entrevista con EL UNIVERSAL San Luis Potosí.
Para ellos, el Xantolo simboliza un puente entre dos mundos, donde la barrera entre la vida y la muerte se disipa, permitiendo que los vivos y los difuntos se reencuentren y convivan en armonía.
La música del Trío Cantores del Potosí es un tributo a la vida y la memoria de los seres queridos que ya partieron.
“Es una tradición muy personal porque creemos que los muertos vienen a visitarnos, entonces es una fiesta muy íntima y creemos que la música es un puente que los atrae”, explicó Joshua Pérez.
Lejos de la tristeza, el Día de Muertos se convierte en una fiesta musical para la agrupación: “En estas fechas es una fiesta, la gente aprovecha para acercarse a los difunto, pero no a través de la música triste, sino a través de la fiesta, para eso es la música del Xantolo, recibir a los muertos con alegría”.
Con cada nota vibrante, las melodías alegres y llenas de vida reviven los recuerdos felices, celebrando la existencia de aquellos que ya no están, pero que viven en el corazón de los que los recuerdan.