Victoria es una pequeña que, a su corta edad, se ha convertido en un ejemplo de lucha y altruismo, pues luego de haber vencido el cáncer, se convirtió en la voluntaria más joven de la asociación Doctor Sonrisas en San Luis Potosí.
Con una sonrisa en su rostro, uniformada con una blusa blanca en la que tiene estampada una nariz azul y el logotipo de Doctor Sonrisas, dulces y a veces globos, Victoria reparte alegría en el Hospital Central "Ignacio Morones Prieto" y en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en la avenida Zapata, de la capital potosina.
Con el objetivo de que olviden por un ratito la enfermedad, Victoria se acerca con gran entusiasmo y ganas de ayudar a las niñas, niños y adolescentes con cáncer y otros padecimientos, que se encuentran internados por problemas de salud o tratamientos como quimioterapia.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Edith, madre de Victoria, comentó que ambas se convirtieron en voluntarias, por la forma en la que las y los integrantes de Doctor Sonrisas hicieron más llevaderos los días de Victoria mientras se encontraba internada en el Hospital Central
Según lo contado por Edith, cuando Victoria acababa de cumplir los siete años de edad fue diagnosticada con un neuroblastoma, un tumor del tamaño de uno de sus pulmones que creció entre su corazón y su pulmón izquierdo.
Los papás de Victoria no habían detectado nada anormal en ella debido a que no mostraba síntomas; sin embargo, a raíz de un accidente en su escuela, en el que chocó contra un compañero y se pegó en la frente, comenzó a tener debilidad y acciones que no correspondían a ella.
"Luego de ese golpe que tuvo en la frente empezó con falta de equilibrio para caminar, los ojitos le temblaban, las manos le temblaban y batallaba para hablar, arrastraba las palabras", aunque tras una tomografía se determinó que había una pequeña inflamación en su cerebro, después del tratamiento, volvió a tener la misma sintomatología.
"Al mes y medio tuvo una recaída muy fuerte, no podía caminar, no podía hablar, ella ya se cansaba para caminar, ya no pasaba el alimento. Entonces buscamos la opinión con otro neurólogo y cuando la estaba revisando empezó a convulsionar, a raíz de esa convulsión, fue que nos mandaron al Hospital Central y ya no salimos hasta que la habían operado", relató Edith.
En el Hospital Central duró dos meses, entre que recibió la primera ronda de quimioterapias, en dónde perdió un poco de cabello, posteriormente estuvo bajo tratamiento de marzo a agosto del 2023, hasta que la sometieron a cirugía en la que le extirparon el tumor.
"Gracias a Dios, no había órganos comprometidos y lo pudieron extraer al 100%", comentó.
Durante el tiempo en el que Victoria permaneció en el nosocomio, el ánimo de la familia Tello decayó al igual que el de la menor.
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"Ella estaba súper mal, gracias a los patrocinadores y voluntarios (de Doctor Sonrisas) le hicieron pasar un buen rato y desde ese día, ella empezó a mejorar de ánimo".
Edith destacó que el trabajo que hace Doctor Sonrisas en los niños y niñas, así como en las familias, es mágico, pues logran que por un momento se olviden de la enfermedad o padecimiento que los tiene ingresados, así como de las preocupaciones e incertidumbre que genera estar todos los días en el hospital.
"Sí tienen la oportunidad de dar ayuda, apoyo, por favor de corazón les pedimos que se unan a Doctor Sonrisas, es una fundación noble, de corazón y el resultado es maravilloso”.