Con las primeras sombras del 31 de octubre, las comunidades de la Huasteca potosina se preparan para recibir una de las ceremonias más simbólicas de las festividades de Día de Muertos, el Cambio de Fiscal.
Este evento, realizado en el Cementerio, designa al encargado que, durante un año, apoyará a las familias en el ritual de despedida de sus seres queridos, asegurando que se mantenga viva la tradición y la fe en el regreso de las almas.
En entrevista para el Universal San Luis, Jorge Cervera, fotógrafo, artista y colaborador de la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO) y quien ha documentado las festividades de Xantolo durante varios años, describió con emoción y respeto el ritual del Cambio de Fiscal, como una tradición que permite a las comunidades preservar su identidad y fortalecer su relación con los ancestros.
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“El rol del fiscal en esta ceremonia es profundamente humano. No solo se trata de guiar a las familias en los momentos más oscuros, sino de ser un puente entre los vivos y los muertos, manteniendo la conexión de ambas realidades”, explicó.
El significado del Cambio de Fiscal Jorge Cervera explicó que una de las festividades más importantes del pueblo tenek y náhuatl de la Huasteca, es el Cambio de Fiscal que representa la renovación del compromiso comunitario de preservar la memoria de los difuntos.
Así mismo compartió que cada 31 de octubre, en los municipios con raíces huastecas, la ceremonia es acompañada de danzas, rezos y rituales autóctonos que representan un diálogo con los antepasados y que él encargado de esta ceremonia es una de las personas más viejas de la región y más sabías.
“Es un momento en el que el pueblo se une para recibir y despedir al nuevo fiscal, el custodio de los muertos y se convierte en un acto de unión y solidaridad con el que el dolor de la pérdida se comparte y se sobrelleva en comunidad”, comentó Jorge Cervera.
Dijo que tradicionalmente la ceremonia inicia al caer la noche, cuando los danzantes, entre ellos niños y adultos, recorren el cementerio al ritmo de un tambor y una flauta autóctona.
Esta música sagrada acompaña el paso de los danzantes, quienes interpretan la emblemática danza, un símbolo de fuerza y protección.
“Representa la guardia y el respeto hacia los muertos, es una danza que convierte al danzante en protector de las almas y de los recuerdos de los que partieron”, señaló el fotoperiodista.
Durante la ceremonia, los familiares de los difuntos se acercan a las tumbas, decoradas con flores y velas y en silencio, les rinden homenaje. “Las tumbas en la Huasteca potosina tienen un significado especial, son más que monumentos; representan un refugio para las almas, un sitio que, simbólicamente, las protege y les da paz”, mencionó el fotógrafo.
Este gesto, señaló Jorge Cervera, es una forma de resistir el olvido y mantener vivo el espíritu de quienes partieron.
En este sentido explicó que la tumba, al igual que en el rito cristiano, se convierte en un símbolo de resurrección y de espera en dónde destaca que las familias creen que sus muertos regresan en estas fechas y que, de alguna manera, continúan acompañándolos en su camino.
“Hay un respeto profundo, una convicción de que la muerte es solo un paso y que, con estos ritos, se les permite volver a compartir, aunque sea por una noche, con los que aman”.
Para Cervera, la importancia de eventos como el Cambio de Fiscal radica en que, en un mundo globalizado, las tradiciones como Xantolo son fundamentales para recordar nuestras raíces y reconocer la diversidad cultural de México.