El consumo de carne es un tema que, además de controversia, genera muchas dudas. Por un lado, se trata de un alimento rico en proteínas de buena calidad y nutrientes esenciales de alta biodisponibilidad y, por otro, hay quienes afirman que la carne es poco saludable, daña el medio ambiente y que su consumo es innecesario dentro de una dieta correcta.

La carne no es indispensable
Ningún alimento es imprescindible en la dieta humana. En efecto, podemos vivir y mantener un buen estado de salud sin consumir carne. Sin embargo, este alimento ha sido parte importante de la dieta a lo largo de la evolución humana. Según las últimas investigaciones en materia de nutrición, el patrón dietético occidental se define por un alto consumo de granos refinados, azúcar y carne, y se ha demostrado que este tipo de alimentación está asociado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades coronarias, diabetes y obesidad, aunque, no podemos generalizar y señalar a la carne como la única responsable de estos padecimientos pues hay algunos factores a considerar como: cantidad, calidad y los distintos tipos de carne que existen.

Más plantas, menos carne
Si bien las carnes con bajo aporte de grasa pueden incluirse dentro de un patrón dietético saludable, las últimas investigaciones señalan que aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal (leguminosas, semillas, cereales de grano entero, verduras y frutas) está relacionado con un menor riesgo de mortalidad, así como de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Cabe mencionar que las investigaciones no sugieren eliminar el consumo de alimentos de origen animal, solo reducir su consumo, sobre todo de carnes procesadas (embutidos) pues, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, este tipo de carnes sí está relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

De acuerdo con The Journal of the American Heart Association, las dietas que incluyen en su mayoría alimentos de origen vegetal podrían estar asociadas con 16% menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, 32% menos riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular y hasta 25% menos riesgo de muerte prematura.

Reconoce los diferentes tipos de carne
El término “carne” es fuente continua de confusión debido a la gran variedad que hay sobre este alimento. Se clasifica según la concentración de mioglobina (responsable del color rojo), es decir, carne roja o carne blanca; el aporte de grasa y, en caso de ser transformada, el proceso que se le da (salazón, curado, fermentación y ahumado, entre otros). Con base en esta clasificación, el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes clasifica a las carnes en cuatro grupos: muy bajo, bajo, moderado y alto aporte de grasa.

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