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Una de las empresas potosinas más emblemáticas para las familias de San Luis cerró sus puertas el pasado 14 de febrero; se trata de la panadería La Parisiense, sucursal que no logró sobrevivir a los estragos causados por la pandemia del Covid-19.
La tienda ubicada en el corazón del Centro Histórico sobre la calle de Morelos, esquina con el pasaje Bocanegra, tuvo que despedirse de sus clientes luego de que sus ventas se desplomaron hasta en un 50% debido a la pandemia.
"Ya nos costaba trabajo levantarla, no lograba recuperarse, el Covid-19 pegó bastante, la traíamos en el radar pero ya no era tan redituable sobre todo por el nivel de rentas que pagamos", explicó en entrevista el representante de la gerencia general de La Parisiense.
Envuelta en tradición e historia, este negocio familiar que es dirigido por la cuarta generación de sus fundadores, dejó de ser la tienda más productiva y pasó a ser sólo un símbolo con valor sentimental, pues éste fue el primer punto de venta donde comenzó la producción de bolillo y pan dulce que distingue a la marca convertida en La Superior.
La mejor época de la Parisiense fue en la década de los 90 e inicios del 2000, cuando el comercio tradicional era muy diferente a lo que hoy se conoce, "el consumo de antes era algo impresionante, venía gente de las rancherías y ellos revendían, entonces ellos se abastecían de todo esto y eran compras muy interesantes".
La tienda, además de sufrir por la evolución del comercio, se vio afectada por las obras y remodelaciones en el Centro Histórico, arrastrando de forma permanente hasta un 18% menos en sus ventas, y finalmente en los últimos meses, el Covid-19 dio el golpe final que acabó con esta historia.
"Si fue una decisión difícil, nos dolió sobre todo la parte emocional, es un negocio familiar y el corazón pesa pero también hay que saber tomar las decisiones".
La Parisiense por su historia y trayectoria, recibió hace poco más de una década un reconocimiento por ser de las pocas empresas Centenarias en San Luis Potosí.