El suplente legal de la Gerencia Estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en San Luis Potosí, Teodoro Morales Organista, aseveró que pese a lo aparatoso que puede parecer el incendio en la Sierra de San Miguelito, el estado “no figura” a nivel nacional por número y tamaño de incendios forestales, ya que entidades del sur y sureste del país son los que tienen muchos más problemas en este aspecto.
El funcionario federal expuso que actualmente permanecen activos cinco incendios en la entidad: Sierra de San Miguelito (el más grande), Cerro de San Pedro, Rioverde (donde se reactivó un punto en la zona de El Nacimiento), Sierra de San Nicolás Tolentino y el interestatal de la Sierra de Almoloyan entre San Luis Potosí y Guanajuato.
Detalló: “el incendio de San Miguelito ya se fraccionó, tenemos varios frentes, ahora estamos atacando el frente norte y el frente este, lo que nos facilitará su control y liquidación; el incendio de la Sierra de Almoloyan que generó mucha alarma ya lo tenemos controlado al 70 por ciento, funcionó a la perfección nuestra estrategia de hacer con bulldozers brechas cortafuego de 12 metros de ancho, eso impidió que avanzara con fuerza hacia San Luis Potosí; ahora estamos trabajando en las laterales, por un lado Guanajuato y por el otro lado San Luis”.
Indicó que en el caso de Cerro de San Pedro al ser una zona desértica, no tiene mayor vegetación y por ende no hay mucho combustible, “se trata más bien de pastizales y arbustos secos, además hay un cauce de un arroyo así como el libramiento oriente que nos servirán como barreras que impidan que crezca el área siniestrada”.
Finalmente, puntualizó que en el caso de San Nicolás Tolentino en la localidad de Laguna de Santo Domingo, es el que más riesgo representa al estar en una parte montañosa y de mucha vegetación, en cambio, en el de Rioverde estaba controlado y sofocado pero se reactivó al tener “sótanos” en donde se acumuló por años hojarasca, lo cual se ha convertido en el combustible principal de este incendio, actualmente está el 80 por ciento controlado y requerirá vigilancia posterior de hasta dos semanas.
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