Tradicionalmente el Día de las Madres, es el mejor día de ventas para las florerías y floristerías de San Luis Potosí, pero este año la situación es muy diferente, la contingencia sanitaria por el coronavirus ha orillado a estos giros a la quiebra y las pocas que no han cerrado están al límite de sus posibilidades o simplemente están buscando recuperar algo de lo perdido.

De acuerdo a google maps, en la zona urbana de la ciudad de San Luis Potosí hay casi dos centenares de florerias y floristerías, pero en un recorrido que realizó EL UNIVERSAL San Luis Potosí, por una veintena de ellas, la gran mayoría se encuentran cerradas, ya sea por recomendación de las autoridades municipales o peor aún porque la situación era ya insostenible y decidieron cerrar.

Algunas de ellas, sobre todo las que se encuentran en la zona de la Avenida Venustiano Carranza, una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad, es donde se ubican las florerías más grandes y que regularmente tienen mayores ventas, algunas de ellas se encontraban cerradas, otras abiertas pero aunque aceptaron que las ventas se han desplomado, los encargados se negaron a dar mayores detalles para este reportaje.

No obstante en la Florería “Fioré”, la dueña del negocio Sofía de Lira señala que debido a un oficio que les envió el ayuntamiento capitalino en donde les hace de su conocimiento que no se trata de una actividad considerada esencial tuvieron que cerrar todo el mes de abril y pudieron abrir hasta el pasado cuatro de mayo, desafortunadamente las ventas no llegan siquiera al 10 por ciento de lo que normalmente sucedía.

Desolador Día de las madres para las florerías de la capital
Desolador Día de las madres para las florerías de la capital

Foto: Samuel Estrada

Añadió que luego de que el Sistema para el Financiamiento del Estado (Sifide) anunció que habría prestamos, acudió a hacer los trámites necesarios para poder obtener este financiamiento, desafortunadamente no ha existido respuesta y las deudas ya los tienen “ahorcados”, porque se han tenido que ocupar los ahorros y las tarjetas de crédito para pagar la renta del local y el sueldo de un par de trabajadoras a las que les ha seguido aportando su sueldo pese a que no han existido ganancias.

Manifestó que es entendible también que la gente ya no esté comprando flores en estos tiempos, porque para todos la situación económica ha sido difícil y es evidente que las flores no son prioridad “tengo muchos clientes que me dicen, pues prefiero ocupar el poco dinero que tengo para hacer el mandado y tener que comer, no para comprar flores”.

Por último, reconoció “la verdad yo creo que es algo insostenible, las tarjetas ya las saturamos, el agua, la luz y la renta no esperan… ya estamos viendo la posibilidad de cerrar y dejar el negocio, las verdad es que aquí en Carranza las rentas son caras y pues ya no tenemos ganancias, no hay de donde seguir pagándola”.

Asimismo, la señora Aracely Cornejo Salazar, propietaria de la “Florería de Ara”, a media cuadra de la avenida, señala que es increíble que un negocio que ha tenido ya por más de nueve años y que siempre había sido próspero, en un mes se haya desplomado completamente y ahora no haya ni siquiera para la renta.

Reconoció que aún antes de la recomendación del ayuntamiento para que cerraran su negocio, las ventas comenzaron a bajar estrepitosamente hasta un 75 por ciento, después tuvieron que cerrar y ya no hubo ingresos, como ya no hubo ingresos ya no hubo pedidos de más flores, lo único que pagó con los ahorros fue la renta del local que no es barata, también solicitó apoyo a Sifide para poder sobrellevar la situación pero no obtuvo respuesta.

Añadió que si volvió a abrir el local, fue solo para rematar los pocos arreglos y adornos que aún le quedan, pero la decisión está tomada, tendrá que cerrar definitivamente; el contrato de arrendamiento concluye el 18 de mayo y ya no lo va a renovar porque simplemente no hay dinero que alcance, tenía solo un empleado al cual tuvo que despedir “afortunadamente entendió la situación, que no hay ganancias, ya no había como pagarle”.

Lamentó que casi 10 años de trabajo y esfuerzo se hayan ido a la basura en un mes, no sabe a que se dedicará a partir de ahora, pero buscará apoyo con sus familiares y probablemente cuando acabe la pandemia tendrá que ahorrar de nueva cuenta para emprender desde cero un nuevo negocio para poder sostenerse.

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