A casi cuatro meses de que el Instituto Estatal de Infraestructura Física Educativa (IEIFE) autorizó poco más de un millón 074 mil pesos para la construcción de un aula y baños en la escuela José María Pino Suárez del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, las labores de desarrollo de la obra recién iniciaron.

También hace casi seis meses se interpuso un amparo en protección de los derechos educativos de una menor, estudiante de la escuela, por parte de la asociación civil Renace. Esto como parte de las acciones de litigio estratégico que exploran actualmente.

Raquel Sarqueño, coordinadora del Área de Litigio Estratégico, explicó que la reconstrucción de la escuela se da dentro la suspensión definitiva que concedió la juez al admitir el juicio de protección de derechos.

“Nosotros estuvimos haciendo varios trámites porque la autoridad no estaba cumpliendo con esa suspensión, entonces presentamos algunos medios para que cumplieran, inclusive nos dieron varios términos de 24 horas para que la autoridad cumpliera”.

Agregó que lo que ahora sigue es la audiencia constitucional, que es la audiencia en la cual se dicta la sentencia, y que está programada para la próxima semana.

Después de esta audiencia se va a emitir la sentencia. “Por lo regular se tarda un mes o dos meses”, abundo.

“Lo que nosotros le planteamos a la jueza es que la restitución de los derechos de la niña no se ha cumplido, es decir, a nosotros autorizaron la suspensión y hasta cierto punto se está reconstruyendo pero hay ciertos aspectos que las autoridades no han considerado, que es el acceso a las computadoras o a que se coloque algún aula de cómputo que sean de las cuestiones que a nosotros nos gustaría que contemplara la juez en la sentencia para poder restituir los derechos de la menor”.

Sin embargo, la resolución podría ir en un sentido diferente, “lo que nos podría decir la juez es que ahora que ya se reconstruyó ya no va analizar nada, pero nosotros queremos decir que si bien hasta cierta medida nos lo restituyó (los derechos), faltan algunas cuestiones que la autoridad no ha realizado, por ejemplo la niña sigue jugando en espacios recreativos con terracería y nunca ha podido acceder a una computadora”, enfatizó.

Pese a lo que queda pendiente como parte del proceso, apuntó que como abogada y parte de la organización Renace se siente feliz, “porque hemos visto que hemos intercedido en la vida de la menor”.

Agregó que “más allá de la cuestión jurídica estamos incidiendo en la vida de una niña que también estamos dando seguimiento. Hablamos con ella y ella nos comparte que realmente está muy alegre y pues sabe y piensa que todo esto ha salido porque ella nos ha apoyado, porque ha sido una niña muy fuerte”.

Recordó que al principio existía la duda de directivos y maestros de hacer el trámite, “porque escuchar la palabra demanda era muy fuerte para ellos y ahora que vieron que todo esto está siendo tangible porque están reconstruyendo el aula y los baños”.

Dijo que este proceso ha apoyado a que los menores se piensen sujetos de derechos, en el caso de la menor defendida es una forma de empoderarla.

“Lamentablemente hablamos de una zona, que si bien es zona conurbada, tiene grandes problemas de desigualdad y de índices delictivos. Nos percatamos que varios niños y niñas abandonan la escuela por falta de recursos económicos por qué no tiene ni siquiera cómo ir a la escuela. Entonces creo que es una zona de la ciudad que representa muchas desigualdades y que podemos llegar y decirles que tienen derecho a una escuela digna y a una escuela bonita, es algo maravilloso”, concluyó.

maria.medrano@clabsa.com.mx

dllo

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