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Solemne y en medio de una gran cantidad de asistentes, la edición 66 de la Procesión del Silencio en San Luis Potosí se lleva a cabo este Viernes Santo por las principales calles del Centro Histórico de la capital potosina, conmemorando la Pasión, Crucifixión y Muerte de Jesucristo y el pésame a Nuestra Señora de la Soledad, también llamada Virgen Dolorosa o Nuestra Señora de los Dolores.
La procesión comienza en el Templo del Carmen, pasa por la iglesia de San Agustín, el templo de San Francisco, la Plaza de los Fundadores y regresa de nueva cuenta al Templo del Carmen, en un trazo que históricamente ya es tradicional a través del cual se aprecia el esfuerzo que costaleros realizan para cargar las pesadas imágenes.
Para esta edición 2019 se integró la cofradía llamada “La Segunda Caída”, con la cual suman 30 grupos que en conjunto suman más de 2 mil participantes a lo largo del recorrido.
Los organizadores del evento religioso y cultural estiman que en este 2019, alrededor de 50 mil personas observan el recorrido de cada una de las cofradías que se integran al contingente que marchan lentamente como una muestra de luto ante la muerte de Jesucristo y acompañado a su madre la Virgen Dolorosa.
Aun cuando el clima es ligeramente fresco, este no impidió que potosinos y foráneos aprecien con tranquilidad toda la majestuosidad del contingente, con sus cofrades encapuchados y las efigies que ilustran el dolor de Jesucristo en su pasión y muerte.
Miles de fieles católicos y no católicos, entre visitantes nacionales y extranjeros, viven el recorrido que para muchos es la primera oportunidad de observar y admirar cada uno de los detalles de esta Procesión, la segunda más importante a nivel mundial, solo por detrás de la de Sevilla, España.
