De manera colateral el servicio de inmigración de Estados Unidos de América ha dejado de lado las deportaciones regulares de mexicanos para enfocarse en el problema de la llegada masiva de centroamericanos a su frontera sur, por lo que mucha gente mexicana, potosinos en particular, que son indocumentados se sientan un poco más tranquilos de que no habrá las acostumbradas “redadas”.
Lo anterior lo dio a conocer Frank de Ávila, representante de la Asociación de Clubes de Potosinos en Illinois, Estados Unidos, quien añadió que tiene cierto fundamento del temor que existe con el actual gobierno de los Estados Unidos por el discurso que maneja principalmente el presidente, Donald Trump, que no ha sido tan perjudicial como otros gobiernos.
Recalcó que no se debe de ver al gobierno ni mucho menos al pueblo de los Estados Unidos como un enemigo de México, al contrario, “es un pueblo hermano y un gobierno amigo”, con el que se debe y se puede colaborar, sobre todo para el beneficio de los ya millones de personas que tienen la doble nacionalidad.
Subrayó que contrario a lo que se pudiera pensar, el gobierno de Trump no ha deportado en promedio tantas personas, especialmente mexicanos, como lo fue el gobierno del presidente Barack Obama, quien se decía “el presidente de los migrantes”, pero que fue el que tuvo una política más fuerte en contra de la migración.
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