Venta de uniformes, así como calzado y vestimenta policial guardada y sin entregar, además de baja calidad, así como la adquisición de bicicletas a un intermediario y el desembolso personal de policías para reparar unidades de transporte oficiales, son parte de las corruptelas detectadas por el actual gobierno de la capital en la Dirección General de Seguridad Pública Municipal heredadas de la pasada administración.

El comisario, Edgar Oswaldo Jiménez Arcadia, detalló que se encontraron 400 pares de botas guardadas en un almacén, además de más de 500 pantalones sin entregar de uniformes, “de los que se desconocía las razones por las cuales, no fueron otorgados a los oficiales municipales”.

También se detectó la venta de uniformes por parte de un almacén, “cuando los policías no tenían ni deben pagar por sus herramientas de trabajo. Asimismo, se identificó que los uniformes que en su momento se probaron los elementos no eran de la calidad, ni con de las especificaciones del modelo mostrado”.

Hoy en día, detalló el titular de la DGSPM, los mismos uniformes que se midieron y por los cuales firmaron de entregado los policías municipales son de su talla y de la calidad exigida por la autoridad.

“En el caso de los policías que emplean las bicicletas en su trabajo diario de seguridad, de su bolsa tenían que pagar las refacciones y debían hacerle los arreglos necesarios. En ese sentido, ¿qué podíamos esperar de un policía que pagaba por trabajar?... No se podía esperar ni exigir nada”.

Jiménez Arcadia también calificó como incongruente que teniendo fábricas de bicicletas en San Luis Potosí, se adquirieran a través de un intermediario.

Finalmente, remarcó que el actual Ayuntamiento de San Luis Potosí no lucra más con las herramientas que necesitan los elementos de la DGSPM como sí se dio lamentablemente en la pasada administración, por lo que se continuará con el mejoramiento de las condiciones laborales de la corporación sin que sea a costa de los propios policías.


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