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Aunque se logró mantener el área natural protegida del camino a la presa San José para evitar que se usara para la construcción de fraccionamientos residenciales, a escasos metros del lugar se construye una zona residencial que lleva alrededor del 70 por ciento de avance en su construcción.
Esta situación termina afectando la recarga de mantos acuíferos y las áreas verdes al encontrarse en un cerro, además propiciará que la bajada de agua se acelere hasta en 300 por ciento y la cantidad de acumulación en las zonas bajas se duplique, debido a que con la urbanización de la zona el agua ya no se absorbe, según manifestó el urbanista de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Benjamín Alba.
"Esto es por efecto de que se modifican las escorrentías, es decir, los escurrimientos naturales que tiene el cerro y que sirven como recarga de la presa se modificarían para convertirse en vialidades y estás vialidades por un lado captan mayor cantidad de agua conduciéndola mucho más rápido hacia la base o parte baja como ha sucedido ya en Salvador Nava, por ejemplo", manifestó Benjamín Alba.
El especialista ejemplificó que la construcción de fraccionamientos que se mantiene en la Sierra de San Miguelito, como el Gran Peñón, la edificación de una privada de tipo residencial llamada “Milla Dorada” y la sección “Cañadas”, por mencionar algunos, están contribuyendo a una problemática que a corto plazo podría ser insostenible.
Detalló que San Luis Potosí ha crecido sobre corrientes subterráneas que se han convertido en vialidades, lo que ha potenciado los riesgos ambientales. Sin embargo, al ya no poder dar marcha atrás a estas construcciones la forma de minimizar las afectaciones es construir infraestructura eficaz para captar el agua pluvial.
"Es necesario invertir en infraestructura que logre un sistema de captación, uso manejo y disposición del agua de tal manera que tengamos un conjunto de colectores y que estos colectores permitan que nuestros ríos, además como espacio público, se estén aprovechando los 365 días del año, pensando, por ejemplo, en un río Santiago no como vialidad sino que mantenga su espíritu de río", indicó el especialista.
Visitantes del área natural de la presa San José señalaron que a pesar de formar parte del área natural protegida, el camino a la presa se encuentra descuidado y no hay una delimitación de las autoridades para mantenerlo en buen estado.
"Da tristeza porque hace tiempo como medio año se organizaron unas personas particulares y empresas y anduvieron haciendo el recorrido desde la entrada hasta acá arriba limpiando todo y dejaron muy bonito, pero da tristeza que con el tiempo se fue acumulando nuevamente basura y botellas y ya no nos falta mucha cultura", manifestó Rafael al pasear por el lugar.
Consideraron que la construcción de residencias en esta zona, aunque puede ser redituable para los fraccionadores, resultaría una amenaza para el embalse, el oxígeno de la zona que cuenta con cientos de árboles y especies endémicas, y permanece abierto para que la ciudadanía en general haga uso de él como un parque o ejercitarse al aire libre.
maria.hernandez@clabsa.com.mx
vkc