Este domingo 30 de septiembre finaliza el periodo de gestión administrativa del alcalde Ricardo Gallardo Juárez. Tres años que estuvieron marcados por el populismo, las políticas sociales de corto plazo, y las grandes expectativas que se le plantearon a la sociedad y que no se pudieron cumplir, señaló para El Universal San Luis Potosí el analista político Oswaldo Ríos.

Para Ríos, la administración municipal saliente cumplió en algunas áreas, como en la atención ciudadana, específicamente con los programas de desarrollo social e infraestructura.

“Pero quedan varios pendientes, muy importantes como la vialidad, modernizar todas estas vías alternas que constituyen un problema en época de lluvias", explica.

“Sacar a San Luis del Bache"

Uno de los lemas de campaña del presidente municipal saliente fue: “Sacar a San Luis del Bache", lo cual quedó en buenas intenciones, pues aunque se destinó una buena cantidad de recurso en el tema de infraestructura, actualmente la ciudad padece un enorme problema de movilidad, agravado por los drenajes y alcantarillas colapsados.

"Sí existió un ahorro de manera considerable, pero creemos que no se ejerció de la mejor manera en cuanto a reducir los pasivos, tanto a corto y mediano plazo, creo que se hizo un balance", detalló el regidor Enrique González.

De acuerdo a los regidores salientes, otra promesa del gobierno actual cuando entró en funciones fue la creación de un Instituto Metropolitano de Planeación, en el cual convergieran los municipios aledaños, para que el crecimiento de la zona metropolitana fuera de manera ordenada.

"Pensamos que iba a ser una sinergia entre un área conurbada en cuestión de Soledad, San Luis, Villa de Reyes, Mexquitic y Cerro de San Pedro, sin embargo el plan estratégico de población como vimos se quedó ahí en el tintero, no se vio esa muestra de crecimiento que necesita la ciudad de sustentabilidad", manifestó Raymundo Ramírez Urbina, regidor panista.

El tema de la seguridad fue un parte aguas importante para este gobierno, debido a que en los últimos tres años se dispararon la cifras de violencia y criminalidad en la capital potosina. Posiblemente los señalamientos de presunta corrupción a la familia del alcalde y la exposición pública de sus propiedades marcaron el declive más importante en su administración.

En el tema de infraestructura y pavimentaciones de calles que antes no habían sido tocadas por ningún otro gobierno, el ayuntamiento capitalino tuvo un gran acierto al llevar la política social enfocada en los sectores más desprotegidos, y con la disminución de la deuda pública que heredó de las pasadas administraciones, que a decir de los propios funcionarios municipales hoy se cuantifica en alrededor de 800 millones de pesos.

"Algo positivo son las obras de infraestructura de la ciudad, algunas pavimentaciones interesantes, la rehabilitación de la Calzada de Guadalupe, probablemente los intentos al menos de darle a la gente de los sectores más vulnerables alguna asistencia social", detalló el analista político Oswaldo Ríos.

Un gobierno de izquierda que género muchas expectativas de cambio y al que la ciudadanía le dio la oportunidad de ganar las elecciones del 2015 contra todo pronóstico, sin embargo recibió un voto de castigo, que marca un precedente para el próximo gobernante, quien será medido de la misma manera en que lo ha juzgado.

maria.hernandez@clabsa.com.mx

apl

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