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Las obras de rehabilitación conforme a lo revelado por los vecinos de Ponciano Arriaga y Juan del Jarro iniciaron hace cerca de diez meses comenzando con una intensa movilización de maquinaria y excavaciones sin que la obra avanzará significativamente. La molestia general de los colonos es que la obra va lenta y toda la calle permanece abierta y accesos como el puente que comunica directo con avenida de la Paz permanecen cerrados.
"Lo malo es que vinieron, abrieron todo y la obra va bien despacio, deberían de abrir cuando ya van avanzando, no todo que nada más está el aventadero de tierra".
En la zona hay establecimientos como talleres mecánicos, tiendas de abarrotes, fruterías, y restaurantes que reportan una baja en sus ganancias de hasta un 60 por ciento por la poca afluencia debido a los trabajos que se realizan.
Aunado a ello, la zona se ha convertido en un punto riesgoso al permanecer en total oscuridad por las noches, lo cual ha motivado a que las pandillas aprovechen para cometer actos de vandalismo en las casas aledañas.
vkc