Por no cumplir con los estándares mínimos para la atención de personas adultas mayores, la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Coepris) dictaminó la suspensión total temporal de los trabajos y servicios del asilo de Ancianos Maranhata y San Judas Tadeo ubicado en la colonia Julián Carrillo de la capital potosina.

En el sitio eran atendidas 17 personas adultas mayores y cuatro personas pacientes psiquiátricas, el establecimiento “no contaba con el equipamiento, condiciones sanitarias y programas de atención adecuada para dar servicio a ninguno de los anteriores”, señala el dictamen de la dependencia.

Al respecto, Alejandro Fernández Montiel, titular de la Procuraduría de la Defensa de las Personas Adultas Mayores, Gestión y Participación Social (PDPAM), defendió la determinación de la Coepris, pues indicó que ya se habían tenido quejas de las personas que habitaban el lugar, incluso señaló que el DIF acudió a la última inspección que se realizó en el asilo.

“Por ejemplo la última queja que nosotros tuvimos fue de una persona que tenía allí a su papá, le pidieron unas medicinas para poder curarlo ya que tenía una ampolla, y a la hora que el familiar llega y lo revisa, no era una ampolla, ya era una llaga muy grande y muy profunda. Se la llevaron al doctor, a esta persona, y duró internada doce días”.

Explicó que una vez que fueron notificados de la sanción y cierre de la institución por parte de Coepris, la PDPAM acompañó a las personas asiladas y a sus familiares para que pudieran tener otras opciones de refugio y en su caso tratar de que las personas pudieran reintegrarse con sus familiares.

“La Coepris está haciendo un acto responsable, porque yo creo que si las personas adultas mayores empezaran a fallecer o a tener este tipo de problemas, creo que eso sería más cuestionado por la sociedad de por qué no actuaron las instituciones de gobierno ante este tipo de maltrato porque al final ellos (el asilo) está recibiendo un pago de los familiares de los adultos mayores”, indicó.

Fernández Montiel abundó que el DIF acompañó al asilo de ancianos en el cumplimiento a las recomendaciones emitidas por dependencias sanitarias, sin embargo, hubo algunas de importancia que no se cumplieron.

“Simplemente el personal tiene que ser calificado, que sepa cómo curar una escara, que sepa cómo curar una llaga, que sepa cómo administrar un medicamento, que sepa cómo vas a mover a una persona de una silla de ruedas a una cama o de una cama a una silla de ruedas y ni siquiera en eso cumplía”, el funcionario reveló incluso que desde que ocupa el cargo, hace tres años, hay observaciones a este asilo.

Como el asilo de Ancianos Maranhata y San Judas Tadeo, hay otros 13 instituciones que operan a través de una asociación civil y en las que el DIF realiza labores de supervisión del uso de recursos públicos asignados, como es el trámite con las asociaciones civiles, no obstante, este es el primer caso en la entidad en el que se determina el cierre temporal, pues el asilo puede ser reabierto una vez que se hayan subsanado las observaciones.

Detalló que hay instancias facultadas para llevar a cabo revisiones aleatorias de las condiciones del lugar y atención que brindan como Protección Civil y Coepris.

Fernández Montiel aseguró que en el acompañamiento todas las personas fueron reasignadas a otro asilo, solo quedaban, hasta el día de ayer, ocho pendientes de concretar el trámite de reasignación o de reintegro con sus familiares.

También advirtió que está en facultad de los familiares de las personas asiladas en este sitio el interponer alguna denuncia penal por omisiones en la atención.

De acuerdo al dictamen de la Coepris las deficiencias detectadas en el Asilo de Ancianos Maranhata y San Judas Tadeo son:

-No cuenta con personal capacitado para la atención del adulto mayor.

-No se realiza la valoración y la atención médica y seguimiento en expediente clínico.

-Manejo inadecuado en la preparación de los alimentos, así como de materias primas y conservación de los mismos.

-Presencia de fauna nociva (moscas).

-Condiciones de limpieza y mantenimiento de las áreas incluyendo cocina en malas condiciones.

-Deficiente atención en los asilados relacionados con su higiene personal, ya que en la visita se refiere una semana sin baño corporal y falta de lavado de ropas.

La Coepris tiene un padrón de 44 establecimientos registrados con este giro de los cuales, de acuerdo a datos del DIF Estatal, 14 funcionan a través de una asociación civil.

maria.medrano@clabsa.com.mx

vkc

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