Una bebé de apenas un año de edad estuvo a punto de perder la vida a consecuencia de una serie de omisiones del personal del Hospital Central por lo que se reportó un caso de negligencia médica en contra del personal y de quien resulte responsable.

El caso es señalado por el abuelo y madre de la bebé Marcela Michelle, que ingresó al nosocomio inicialmente por una falla hepática y salió del mismo a punto de morir 14 días después por neumonía severa que al parecer adquirió dentro del mismo hospital a causa de la omisión del área de terapia intensiva para niños y de aislados.

Su abuelo, un empleado del servicio público de nombre Ricardo Gabriel Lozano Henríquez narró a EL UNIVERSAL San Luis Potosí que la menor, ingresó el 5 de julio al área de urgencias pediátricas presentando por el problema en el hígado, edema en sus pies y parte de sus piernas.

Ahí logra ser estabilizada - aunque según se describe - canalizada con violencia por personal de enfermería; ingresa al cubículo 3 de terapia intensiva y posteriormente se les informó que la niña ya se encontraba bien, pero que pasaría a piso, donde la colocaron a metro y medio de un sistema de aire acondicionado que surte a toda el área, pero que le impactaba prácticamente de frente.

Señala el señor Lozano Henríquez que al tercer día, presenta problemas de respiración con tos fuerte y fiebre, por lo que se le coloca después de varias observaciones que se le hizo al personal sobre la condición de la menor, una punta de oxígeno y suero, ademá de ubicarla en un cubículo cercano. No obstante, la menor agravó su salud al día 5 y fue enviada al área de aislados con la misma canalización de los días previos y sin un diagnóstico preciso o al menos información para la madre de la menor.

Dijo que en los días posteriores no había un médico responsable que diera cuenta de la condición de la menor, y sólo se encontraban constantemente grupos de médicos pasantes que opinaban en torno al cuadro de la bebé. “Era todo lo que tenía, no supimos que le aplicaron, solo estudiantes veían el caso sin tomarnos en cuenta, ni hacían nada”, relata.

Debido a que le niña empeoró sus problemas respiratorios, acudieron desesperados a diferentes personas responsables del nosocomio entre ellas trabajo social, la junta de gobierno, así como la subdirección y la propia dirección general para pedir que se les ayudara, pero al parecer no obtuvieron respuesta.

El personal de enfermería fue instruido para bañar a la niña a pesar de la condición que presentaba, y junto a la madre de la menor, una de las enfermeras realizarían su limpieza, pero al parecer la enfermera lastimó a la niña sacándole incluso la canalización que tenía, la cual según se relata, ya tenía pus y suciedad, por ello y ademá del altercado por el trato, decidieron solicitar el alta para llevarla a otro hospital.

Tras requerir por varias horas el resumen médico para que el médico responsable autorizara la salida, debieron intentar bajarle la fiebre con compresas, además de que no les quisieron entregar la canalización que conservaba desde que se encontraba en el área de terapia intensiva.

Finalmente la menor salió del hospital en ambulancia y trasladada al Hospital de la Salud, donde apenas llegó, dejó de respirar por lo que tuvo que ser atendida con el equipo de resucitación. De ahí explica el abuelo, logran estabilizarla y le suministran antibióticos, suero y cuidados para su recuperación.

Posterior a ello, la bebé logra mejorar y hasta el pasado martes se le retiró el respirador aunque su condición de acuerdo a los médicos, sigue siendo grave, pero con la esperanza de que mejore notablemente una vez que ingiera más alimentos.

“Queremos justicia solamente y que no le pase a nadie más, que se sancione al culpable y que se haga la reparación del daño, que no quede impune”, señala Ricardo Gabriel Lozano Henríquez.

Dio a conocer que el caso ya fue presentado como queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), acompañado de una denuncia penal en la Procuraduría General de Justicia, por lo que esperan que haya atención y se generen las acciones sanciones contra quienes resulten responsables en el Hospital Central.

Al mismo tiempo, la atención y el tiempo de estancia en el Hospital de la Salud, ha generado que la madre y su abuelo tengan una deuda que se ha elevado a más de 360 mil pesos, pero a pesar del apoyo económico y moral de las personas, les resulta insuficiente, de ahí que están solicitando la solidaridad de los potosinos.

Pone a disposición su correo electrónico ricardolozano58@hotmail.com y su número de celular 444 109 26 92.

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