Entre el zapateado, el vibrar del violín y transeúntes que detenían su caminar, Wilfrido Gómez y el señor Espiridión Herrera, volvieron a llenar de vida la calle Manuel José Othón del Centro Histórico de la capital potosina con sus sones huastecos.
Tras meses de contingencia por Covid-19 y las restricciones de movilidad, el dúo de huapangueros provenientes del municipio de Tampamolón Corona, volvieron a la esquina del Huapango, en donde desde hace siete años deleitan con la música y la cultura huasteca a potosinos y turistas.
En entrevista para EL UNIVERSAL, Wilfrido Gómez, relató que luego de la alerta sanitaria por Covid-19, emitida en marzo del 2020, su compañero musical y él tuvieron que encerrarse en casa para evitar contagiarse del SARS-CoV-2, sin embargo no se imaginaban que la cuarentena se extendería por meses e inclusive años.
Pese a que en 20 meses el semáforo epidémico por le coronavirus cambió de rojo a naranja y amarillo, los músicos decidieron frenar su espectáculo cultural por un tiempo, pues aún en color naranja y amarillo, las autoridades sanitarias solo les permitían poder tocar en la calle por menos de tres horas para evitar aglomeraciones.
“La pandemia nos afectó directo y al bolsillo. Sobre todo porque no recibimos ningún apoyo, todos los compañeros músicos de nuestro género no recibimos apoyo”, agregó Wilfrido.
Sin embargo, una vez decretado el semáforo epidémico color verde, los huapangueros retomaron su horario normal, con el espíritu alegre de poder seguir fomentando de manera musical la cultura de la huasteca potosina, además de amenizar un buen momento para chicos y grandes que suelen pasar de prisa sobre la calle.