La posibilidad de establecer antros y centros nocturnos en la avenida Venustiano Carranza ha encendido el debate entre ciudadanos, vecinos y organismos culturales.

Alberto Narváez Arochi, presidente del Comité del Corredor Cultural Carranza, expresó su preocupación ante la propuesta del Ayuntamiento capitalino, señalando que no existen estudios de impacto urbano o sustentabilidad que respaldan esta decisión.

“¿Cómo se pretende impulsar una zona de bares o antros en Carranza sin estudios previos?”, cuestionó Narváez Arochi. “Se trata de una avenida con una carga histórica, cultural y habitacional muy sensible. No es un lugar cualquiera”.

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Aunque el Ayuntamiento ha mencionado la posibilidad de impulsar la vida nocturna como una estrategia de reactivación económica y urbana, el representante del Corredor Cultural aseguró que no se ha formalizado ningún acuerdo y que los acercamientos que han tenido con las autoridades no han sido concluyentes.

“El propio municipio nos dijo que todavía no es un hecho y con ese ‘todavía’ seguimos en alerta”, señaló.

Narváez Arochi insistió en que se necesita una visión urbana más integral antes de tomar decisiones que afecten directamente a una de las principales avenidas de la ciudad.

“Nuestro enfoque es claro: no estamos en contra del desarrollo, pero tiene que ser sustentado. Basta preguntarle al IMPLAN si tienen un estudio serio sobre el impacto de una zona de antros aquí. Yo estoy casi seguro de que no lo tienen”, afirmó.

El líder cultural también planteó alternativas, mencionando que muchas ciudades modernas han optado por distribuir sus zonas de entretenimiento en distintos puntos para evitar conflictos vecinales y concentraciones problemáticas.

“No digo que tengamos que copiarle a Nueva York o Chicago, pero sí aprender algo: en esas ciudades, los centros nocturnos no se aglutinan en una sola avenida, están dispersos, y eso ayuda mucho a la seguridad”, reflexionó.

Asimismo, recordó el caso de la zona de Himalaya, donde intentos similares generaron una fuerte oposición vecinal. “Aquí, en Carranza, viven muchas personas mayores, muchas familias y no creo que estén de acuerdo con bares o antros a media cuadra de sus casas”, expresó.

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Finalmente, Narváez Arochi subrayó que más allá de reactivar la zona, se trata de mantener el equilibrio entre lo cultural, lo comercial y lo residencial. “Carranza tiene vocación cultural. Apostar por la vida nocturna sin un plan, sin escuchar a los vecinos y sin estudios sólidos, es una receta para el conflicto”.

Por ahora, la propuesta del Ayuntamiento sigue en el aire, pero los colectivos ciudadanos, como el del Corredor Cultural, están dispuestos a proteger el espíritu de una de las avenidas más emblemáticas de San Luis Potosí.

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