La capital potosina vivió una noche mágica, colorida y llena de diversión este jueves 31 de octubre, cuando las calles se transformaron en un auténtico escenario de fantasía. Cientos de familias salieron a celebrar Halloween, combinando lo aterrador con lo festivo en un ambiente que contagió risas y sustos por igual.
Desde el anochecer, avenidas y colonias como Prolongación Muñoz, Hernán Cortés, Morales Saucito y el Centro Histórico se convirtieron en pasillos llenos de color. Niños, jóvenes y adultos recorrieron las calles disfrazados de calaveras mexicanas, personajes de terror, princesas, superhéroes y criaturas sobrenaturales que parecían haber cobrado vida.
Con cubetas, calabazas o bolsas en mano, las personas recorrieron casa por casa pidiendo dulces, mientras los vecinos esperaban en la puerta para entregar caramelos y tomarse fotos con los disfraces más creativos. “Es una tradición que une a todos, los niños se emocionan muchísimo”, comentó Claudia Ramírez, vecina de la zona, mientras repartía chocolates.
El ambiente festivo se sintió en cada rincón. Algunas casas lucieron decoraciones espectaculares: calabazas talladas, esqueletos colgantes, telarañas gigantes y luces titilantes adornaban las fachadas.
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Los adolescentes y adultos tampoco se quedaron atrás. En grupos de amigos se podían ver disfraces inspirados en películas icónicas y personajes de culto: desde momias y payasos siniestros hasta figuras como Leatherface o Art the Clown, que hicieron voltear a más de uno.
Una de las tendencias más llamativas de los últimos años también tuvo presencia: el auto-Halloween, donde familias y amigos decoraron sus vehículos con luces, telarañas y figuras tenebrosas para repartir dulces desde sus autos.
Este formato, que comenzó durante la pandemia, se mantiene como una opción divertida y segura para quienes prefieren recorrer las calles sobre ruedas. “Venimos cada año con los niños, llenamos la cajuela de dulces y vamos dando vueltas por las colonias”, relató una conductora mientras su camioneta repartía paletas y chocolates.
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Aunque Halloween tiene raíces extranjeras, en San Luis Potosí se ha convertido en una celebración adoptada con identidad propia, que convive con las costumbres del Día de Muertos. Para muchos, ambas fechas representan la oportunidad de convivir, reír y mantener viva la ilusión de las tradiciones.
La noche cerró entre carcajadas, música y los últimos grupos de pequeños brujitos corriendo por las banquetas. Entre luces naranjas y violetas, la ciudad se despidió del último día de octubre con una certeza: San Luis Potosí sabe celebrar la vida, incluso en medio de los sustos.