De acuerdo con la tradición católica y al calendario, este 14 de febrero se marca el inicio de la Cuaresma con el rito del Miércoles de Ceniza, periodo de reflexión y penitencia para los creyentes. Este día, según como lo indica la religión, se debe iniciar en ayuno y con abstinencia de comer carne, además de que se acude a los templos o parroquias a recibir la imposición de ceniza.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, la creyente Martha Guadalupe Navarro, perteneciente a la Parroquia de San Judas Tadeo, compartió sus reflexiones en cuanto a cómo se debe vivir este tiempo de reflexión. Señaló que en el Miércoles de Ceniza, más allá de sólo ponerse una cruz en la frente, debe hacerse un cambio dentro de uno mismo para vivir de la mejor forma posible.
“(La ceniza) es un sacramental, no es un sacramento, no es obligatorio. Es un signo donde te pide Dios que te conviertas, que te arrepientas de tus pecados, que no vuelvas a llevar la vida de pecado que uno lleva, y Dios pues, nos da ese tiempo en estos cuarenta días de reflexión, de ayuno, de oración y de limosna, es lo que pide la Iglesia”, explica.
Durante la Cuaresma se establece que se debe hacer ayuno todos los viernes, y es un rito de sacrificio y honor para recordar el momento en que Jesús pasó 40 días y 40 noches en el desierto sin probar bocado.
Sin embargo, Martha Guadalupe Navarro mencionó que éste sólo es “obligatorio” para las personas de 18 a 59 años, mientras estén sanas.
Además, en los viernes de Cuaresma no se deben comer animales de tierra y, aunque sí se permite comer animales de mar, éstos pueden resultar muy caros para algunas familias, por lo que lo ideal es recurrir a las legumbres, frutas y verduras.
“Es un sacrificio… si vas a comprar un kilo de carne, que, por ejemplo, el kilo de carne cueste 220 pesos, lo que pide la Iglesia es que esos 220 pesos de carne mejor se los des a alguien necesitado que lo compartas con una persona necesitada. Entonces, más que nada es eso, que hagas penitencia”, indicó.