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Para cientos de potosinos que habitan en la zona metropolitana del estado, cada falla de El Realito representa un problema de higiene y de economía, debido a que la suspensión del servicio de agua llega a demorar hasta una semana.
La familia Loredo, que habita entre el barrio de San Miguelito y el barrio de San Juan de Guadalupe, una de las zonas más afectadas por las averías, ha sorteado económicamente el gasto desde las últimas siete fallas del sistema de abastecimiento de agua en la capital.
En la casa de Juana Loredo, viven tres personas, ella con discapacidad, su esposo que ha comenzado a perder la vista y un menor de 12 años, y todos los días padecen el no poder lavar su ropa, las manos, o incluso ir al baño.
La señora Juana menciona que en su casa no cuentan con aljibe para colectar la poca agua que cae, situación que la vulnera aún más, además de la falta de atención del Interapas, que la obliga a desembolsar más de cien pesos para poder llenar tres contenedores y sólo así tener un poco del líquido.
Gasto que se duplica a la semana, ya que dos veces a la semana se surten de agua. Situación que ha comprometido su economía, pues de los dos mil 500 pesos que recibe mensualmente de pensión en el IMSS, tiene que administrarlos para comprar comida, las necesidades de su hijo, pagar el recibo de suministro de agua y adicionalmente adquirir pipas.
“¿Es justo que estemos pagando un recibo y un servicio que no estamos recibiendo?”, comentó.
No obstante, refirió que algunos de sus vecinos que sí cuentan con aljibe, le han comentado que tampoco reciben respuesta para el abastecimiento en pipas por parte del Interapas, con la excusa de que el servicio se incrementa con cada falla de El Realito, así como que cuando el agua se rebombea, les llega sucia a los aljibes o tinacos.
Los vecinos de esta zona durante todo el mes de abril no contaron con agua debido a las cinco fallas consecutivas que tuvo El Realito y de lo que va de mayo han tenido seis días y contando a partir de la avería que se presentó el pasado 17 de mayo y la registrada este 24 de mayo.
Juana Loredo, es una de las vecinas que participó en la manifestación del pasado 27 de abril, en donde cerraron la avenida Coronel Romero de la capital potosina, en aquel entonces junto con otros afectados participó en la colecta de firmas para presentar una denuncia colectiva ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por el desabasto de agua.
Pide que mediante camiones cisterna se debería proporcionar el agua por parte de Interapas y solicita al Organismo Intermunicipal de Agua descuentos en la tarifa bimestral debido a que en todo el mes de abril no recibieron el líquido en sus hogares.