Calaveritas de azúcar, máscaras coloridas y papel picado en vibrantes tonos llenan cada rincón del Centro Histórico de San Luis Potosí.
Desde hace unos días, los puestos que ofrecen artículos para celebrar el Día de Muertos han transformado las calles del corazón de la capital en un auténtico corredor de colores y aromas, recordando a las y los potosinos que la temporada para honrar a los que ya no están ha llegado.
Entre la variedad de comerciantes, destaca la señora Ana quien, con una sonrisa cálida y mirada nostálgica, comparte su experiencia en esta vendimia.
“Tengo muchos años dedicándome a vender cosas para el Día de Muertos, pero esta es la primera vez que me pongo aquí, en el centro,” comentó mientras acomoda calaveritas de chocolate en su puesto, decorado con papel picado y dulces típicos mexicanos.
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“Ha sido una sorpresa muy grata, la gente viene, pregunta, se lleva sus calaveras, sus veladoras y todo para armar sus altares de muertos”, explicó.
Ana subrayó que a lo largo de los años, ha notado un cambio en las preferencias de los potosinos ya que aunque la influencia de Halloween fue fuerte hace un tiempo, comentó que los clientes ahora buscan más los elementos tradicionales mexicanos.
“Antes vendía más máscaras y disfraces, pero últimamente la gente prefiere el papel picado, las calaveras y las banderitas. A la gente le está gustando más lo nuestro, nuestras tradiciones”, dijo con orgullo mientras mostraba las artesanías que ha seleccionado especialmente para este año.
Los productos en su puesto van desde calaveras decoradas a mano, hasta veladoras de colores y dulces típicos como tamarindos y cocadas.
Cada artículo, dijo Ana, está pensado para ayudar a que los potosinos puedan armar sus altares en casa y revivir una de las tradiciones más queridas en San Luis Potosí.
"Es bonito ver cómo vienen con sus hijos y les explican para qué es cada cosa y los niños se emocionan cuando ven el papel picado y los papás los invitan a poner las ofrendas en los altares”, narró mientras un grupo de personas se detuvo a admirar su mercancía.
“Este año, las ventas han sido muy buenas”, aseguró Ana con satisfacción.
Los precios son muy variados dependiendo del tamaño o estilo de la decoración, por ejemplo las calaveritas de azúcar van de los 15 hasta los 55 pesos, los dulces tradicionales como cocadas y bolas de tamarindo van de los 25 a los 60 pesos segun el tamaño, las veladoras van de los 25 a los 50 pesos, los papeles picados tienen un costo de 10 y 30 pesos y las tradicionales figuras de comida que son típicas en los altares de muertos llevan un precio de los 15 a los 80 pesos.
La vendimia en el Centro Histórico seguirá durante los próximos días, acercando a las y los potosinos todos los elementos necesarios para vestir sus hogares y altares con los colores y sabores del día de muertos, una tradición que, al parecer, se mantiene más viva que nunca.