La avenida Carranza, conocida por ser una de las arterias más importantes de la capital de San Luis Potosí, concentra una gran cantidad de comercios, restaurantes y pequeños negocios que dependen en gran medida del flujo de vehículos y peatones.

Sin embargo, en los últimos años locatarios de la zona han señalado el desplome de ventas e incluso cada vez es más común ver locales y casonas solas en venta o renta.

El sector de comercios del paseo Carranza han reportado una caída de hasta el 30 por ciento en sus ingresos, lo que ha generado preocupación sobre la viabilidad de sus negocios a largo plazo.

Francisco Eduardo Naif, titular de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en San Luis Potosí, comentó que se necesitan estrategias para resolver la situación de la ciclovía en la avenida Venustiano Carranza, pues atribuyó el desplome de ventas a la implementación de la ciclovía desde hace más de tres años, periodo en el que, aseguró, "no se ha logrado revitalizar este espacio".


Subrayo la necesidad de implementar un programa emergente de rescate para el comercio local, que ha sufrido afectaciones.

El representante de AMPI destacó que las modificaciones hechas a la vialidad para la creación de la ciclovía han generado controversia entre los comerciantes, vecinos y usuarios de la avenida, quienes argumentan que las obras, además de no estar adecuadamente señalizadas, han disminuido el flujo de clientes hacia los negocios. "Es urgente que se establezca un diálogo entre las autoridades y los sectores afectados, porque lo que está en juego es mucho", señaló.

Además de los problemas relacionados con la ciclovía, el representante inmobiliario subrayó la falta de un plan integral para revitalizar el comercio en la Avenida Carranza, pues lamentó que durante el primer trienio de Enrique Galindo, aunque se abordó el tema, jamás se logró alguna respuesta o plan para armonizar la convivencia de la ciclovía con el comercio.

El empresario afirmó que la zona ha estado en declive y no ha habido una intervención efectiva para mitigar los efectos negativos en los negocios. "Se necesita un programa emergente que no solo contemple la conclusión de la obra de la ciclovía, sino también acciones concretas para atraer más visitantes a la avenida", detalló.


En este sentido señaló que si bien se entiende la importancia de fomentar el uso de la bicicleta como un medio de transporte sustentable, no se puede ignorar el impacto económico que esta obra ha tenido en los comercios de la zona.

Finalmente, el titular de AMPI insistió en la importancia de que se escuchen todas las voces afectadas para llegar a una solución que beneficie tanto a los ciclistas cmo a los comerciantes. "Es necesario recordar que la ciudad es un espacio de convivencia entre todos los actores y para ello debemos encontrar puntos de acuerdo que permitan que todos salgan beneficiados", concluyó.

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