Un acto de vandalismo ha conmocionado a los habitantes del barrio de Tlaxcala, en la capital de San Luis Potosí, luego de que una de las esculturas que honraban la memoria del famoso sonidero Juan Manuel Quistián, mejor conocido como el "El Rey del Wepa", fue robada de su ubicación en una rotonda del jardín local en el centro histórico de la capital potosina.
La pieza sustraída formaba parte de un conjunto escultórico que se encontraba en el extremo sur del espacio público, el cual fue recientemente renovado y nombrado Barrio Mágico.
La pieza robada representaba a una figura femenina bailando al ritmo del sonidero, con una altura de 1.60 metros. La escultura fue inspirada por las icónicas celebraciones de música y baile que organizaba Quistián, quien fue una figura fundamental en la escena del sonidero y dejó un legado importante en la cultura local antes de su trágica muerte en 2021.
Este conjunto de esculturas fue instalado como parte del homenaje póstumo al músico y sonidero, simbolizando su contribución a la música popular.
El conjunto estaba compuesto por tres figuras de bronce: dos bailarines situados a los lados y la figura central de "El Rey del Wepa", quien sostenía un micrófono en señal de saludo, replicando el estilo de presentación que lo caracterizaba en sus eventos.
La escultura robada ha dejado a la vista las bases metálicas que originalmente servían como soporte, lo que ha provocado indignación entre los residentes de la zona.
Juan Manuel Quistián, conocido también como "El Tontín" o “El Rey del Wepa”, fue asesinado el 5 de octubre de 2021. El reconocido sonidero fue atacado a balazos cuando circulaba en su camioneta sobre la carretera Rioverde, en la intersección con la avenida Gálvez, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí.
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Quistián se detuvo a esperar el cambio de semáforo, momento en el que fue interceptado por sujetos armados, quienes abrieron fuego contra él. El ataque le costó la vida de manera inmediata, dejando su cuerpo dentro del vehículo. La muerte de "El Rey del Wepa" marcó un trágico giro en la historia del sonidero y dejó una huella imborrable en la escena musical de la región.
El robo de la escultura ha generado una fuerte indignación entre los habitantes del Barrio Mágico, quienes consideran que este acto no sólo es un atentado contra el patrimonio artístico de Tlaxcala, sino también contra la memoria de un hombre que, con su música, dejó una huella imborrable en la cultura local.