María Marcos Cedillo Salas, originaria de Ciudad del Maíz, San Luis Potosí, nació el 26 de abril de 1900 y fue la primera mujer piloto mexicana, además de una de las primeras en formar parte de fuerzas aéreas en el mundo.
Su interés por la aviación surgió gracias a su hermano Saturnino Cedillo, fundador de la Escuela Civil de Aviación en San Luis Potosí.
Inspirada por Florence Burnes, pionera de la aviación femenina, María Marcos completó su entrenamiento y llegó a tener su propio avión, al que llamó “El Ángel del Infierno”, un Avro 540K modificado para alcanzar mayor velocidad.
La piloto potosina falleció en junio de 1933, durante una práctica de acrobacias aéreas junto a su alumno José Ramírez, al intentar una maniobra llamada “barrena”.
En la actualidad, su tumba se considera una de las más representativas, pues conserva la memoria de una mujer que transformó la historia de la aviación y logró colocar el nombre de San Luis Potosí en el mapa.
Hoy, sus restos reposan en el panteón El Saucito, donde se le rinde homenaje con una placa conmemorativa en el lugar donde ocurrió el accidente que le costó la vida, recordando así a una pionera que dedicó su existencia a volar.
Este año, el altar monumental ubicado en la entrada del panteón El Saucito estará dedicado a María Marcos Cedillo, según informó el director de Servicios Municipales, Cristian Azuara.
Explicó además que este altar no sólo busca rendir homenaje a su memoria, sino también cumplir una función educativa, con el propósito de que las nuevas generaciones conozcan y valoren las historias de potosinas ilustres que dejaron una huella en la historia de San Luis Potosí.