Lima.— Perú vivió ayer una tormenta política que terminó con el presidente peruano, Martín Vizcarra, disolviendo el Parlamento, que a su vez respondió suspendiendo al primero y tomando juramento a la vicepresidenta Mercedes Aároz como mandataria en funciones.
En una sesión a la que asistieron sólo 86 de los 130 parlamentarios, fue aprobada una moción del fujimorismo de declarar la “incapacidad moral del presidente de la República y su suspensión temporal” por un año, dijo el jefe del legislativo, el opositor Pedro Olaechea.
“Estoy asumiendo temporalmente la presidencia de la República”, señaló Aráoz antes de decir que Vizcarra “ha incurrido en grave infracción constitucional” al anunciar, horas antes, la disolución del Congreso. La también legisladora aseguró que es su “deber como ciudadana, como mujer, como madre y como vicepresidenta asumir este mandato”, a pesar de que la decisión de Vizcarra cuenta con un mayoritario apoyo ciudadano.
La medida del Congreso, dominado por la oposición fujomorista, abre interrogantes en el país, que pasa a tener dos presidentes, Vizcarra y Aráoz. Ésta se había distanciado del actual gobernante, aunque ambos fueron elegidos como compañeros de fórmula de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Casi a la misma hora que Aráoz juraba el cargo, fue publicado en el diario oficial El Peruano el decreto de disolución del Congreso, con lo que formalmente entra en vigor.
Olaechea dijo que el Congreso votará hoy la moción de destituir definitivamente a Vizcarra.
Vizcarra disolvió el Congreso luego de que éste se negara a suspender una polémica designación de miembros del Tribunal Constitucional. “He decidido disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias” anticipadas, dijo Vizcarra en un mensaje al país por televisión, al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años. Vizcarra adelantó el domingo que disolvería al Parlamento si éste le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que busca impedir que ese alto tribunal sea copado por la oposición. Además, el jefe de Estado designó a Vicente Zeballos como primer ministro tras la renuncia de Salvador del Solar.
El congresista Jorge del Castillo, del socialdemócrata partido Aprista, acusó a Vizcarra de perpetrar un “golpe de Estado”.
El mandatario ha ganado gran popularidad al encabezar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.
Vizcarra pidió el voto de confianza luego de que el Congreso archivara el jueves su proyecto de adelantar elecciones a abril de 2020, lo que implicaba recortar su mandato y el del Legislativo. La propuesta era apoyada por 75% de los peruanos, que anoche salieron a celebrar la disolución del Congreso.
Los legisladores deseaban tener un tribunal a modo, ya que funciona como última instancia judicial en recursos de amparo, como el presentado para que Keiko Fujimori, en prisión preventiva desde hace 11 meses por el escándalo Odebrecht, recupere su libertad.