Los aranceles que el presidente estadounidense, Donald Trump, planea imponer a las importaciones de acero y aluminio serán generales, y no se contempla hacer excepciones para ningún país, aunque sí podrían hacerse para ciertas "situaciones" particulares, aseguró hoy la Casa Blanca.
"Lo que ha anunciado el presidente son aranceles generales, del 25% al acero y el 10% al aluminio, sin excluir a ningún país", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, en una conferencia de prensa telefónica.
"Habrá un proceso de excepciones no en términos de países, sino de posibles situaciones que puedan surgir", agregó la fuente, sin dar más detalles.
El jueves Trump adelantó que en la próxima semana deberá firmar la imposición de tarifas de hasta 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, anuncio que desató una oleada global de advertencias sobre los riesgos de una guerra comercial generalizada.
Sin embargo, la administración no había adelantado detalles sobre cómo se aplicaría la tarifa o cuáles serían los países perjudicados por la medida, hasta que este viernes el funcionario oficial adelantó que la regla se aplicaría de forma general.
De acuerdo con la fuente, las medidas no representarán un alza significativa de los precios del acero y el aluminio para los consumidores estadounidenses, y que el objetivo fundamental es la protección de la siderurgia local.
"Precisamos de una industria del acero, como precisamos de una industria del aluminio, por una cuestión de seguridad nacional, punto final", expresó la fuente.
Asociados comerciales de Estados Unidos y entidades como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya alertaron sobre los efectos imprevisibles de adoptar esas medidas restrictivas al comercio.
vkc