El presidente Nicolás Maduro y la Fuerza Armada de Venezuela se declararon este jueves en ofensiva contra los "golpistas", al reafirmar públicamente su alianza tras el fallido alzamiento militar liderado por el opositor Juan Guaidó.
Maduro y al alto mando aparecieron al amanecer ante unos 4.500 soldados en un acto transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, en el cual el mandatario les pidió combatir a "cualquier golpista".
"Sí, estamos en un combate, máxima moral en ese combate para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista", dijo Maduro desde una tarima, con gorra miliar, en Fuerte Tiuna, principal destacamento del país petrolero en Caracas.
Repitiendo la consigna "leales siempre, traidores nunca", el gobernante señaló a los militares que no deben temer frente a la obligación de desarmar las conspiraciones opositoras y de Estados Unidos.
"Nadie puede tener miedo, es la hora de defender el derecho a la paz", afirmó Maduro, apoyado por China y Rusia, quien marchó con los oficiales y la tropa dentro de la instalación.
Sus llamados llegan tras el alzamiento el martes de un reducido grupo de militares bajo el liderazgo de Guaidó, reconocido como mandatario interino de Venezuela por más de 50 países.
Armados y con vehículos blindados, los efectivos se apostaron en una autopista de Caracas junto con el opositor, quien pidió a toda la Fuerza Armada apoyar la sublevación.
Pero la cúpula militar ratificó su adhesión a Maduro y 25 rebeldes pidieron asilo en la embajada de Brasil. El opositor Leopoldo López, liberado por ellos de su prisión domiciliaria, se refugió en la legación española.
"Ha llegado la hora de combatir, ha llegado la hora de dar un ejemplo (...) al mundo y decir en Venezuela hay una Fuerza Armada consecuente, leal, cohesionada, unida como nunca antes derrotando intentonas golpistas de traidores que se venden a los dólares de Washington", subrayó el presidente este jueves.
Maduro, confrontado a la peor crisis económica de la Venezuela moderna, realizó actos similares al de Fuerte Tiuna en enero, luego de que 27 militares lo desconocieran y se atrincheraran en un batallón de Caracas, y de que Guaidó se proclamara presidente encargado alegando que el líder socialista fue reelegido de manera fraudulenta.
Sus exhortaciones este jueves fueron respondidas por el alto mando con expresiones de compromiso e incluso insultos contra Guaidó.
"Venimos a ratificar nuestra lealtad (...) al mando supremo de la Fuerza Armada que es el único presidente, el presidente Nicolás Maduro", dijo el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino.
Padrino, a quien Washington ha ofrecido levantar sanciones para que rompa con Maduro y le dio un ultimátum, denunció que pretenden comprar a los uniformados como si fuesen "mercenarios", y rechazó los intentos de la oposición para quebrar a los militares, a los que Maduro ha otorgado amplio poder.
"Pareciera que fuera un juego de niños lo que pretenden hacer con la Fuerza Armada", sostuvo el oficial en un discurso.
Sin embargo, los más duros términos vinieron del comandante estratégico operacional, Remigio Ceballos, quien tildó a Guaidó de "vagabundo" e "idiota".
"No nos dejamos mandar por nadie que no sea nuestra línea de mando fundamental y mucho menos un idiota que se hace pasar por presidente. No tengamos miedo en rechazar eso", lanzó Ceballos en tono enérgico.
El miércoles, en el marco de concentraciones de miles de opositores, Guaidó advirtió que tras la insurrección militar "el régimen va a tratar de acentuar la represión" y perseguirlo, e insistió en que seguirá en las calles e impulsará una "huelga general".
Al menos una persona murió y decenas resultaron heridas el miércoles durante disturbios ocurridos durante esas movilizaciones.
La oficialista Asamblea Constituyente ya despojó a Guaidó de su inmunidad como jefe parlamentario y autorizó enjuiciarlo por "usurpar las funciones de Maduro, pero la Casa Blanca advierte que detenerlo sería el "último error de la dictadura".
El gobierno de Donald Trump reitera continuamente que "una acción militar es posible" en Venezuela, lo que genera tensiones con Rusia que denuncia una "influencia destructiva" de la Casa Blanca.
El opositor no participó el miércoles en la principal concentración en Caracas, y este jueves no tiene previstos actos púbicos, según su equipo de prensa.