Silencio y discreción rodean la muerte de la influencer australiana Sinead McNamara, quien fue encontrada inconsciente en el yate del millonario mexicano Alberto Baillères. Después de 4 días, las primeras revelaciones sobre su muerte se dieron a conocer a través del juez forense que lleva el caso, quien dictaminó que McNamara, de 20 años, murió ahorcada.
Sin dar más detalles las autoridades anunciaron que aún no hay un veredicto final sobre las circunstancias de la muerte de la australiana y que el caso podría tomar meses. Mientras tanto, el mismo lunes el yate Mayan Queen IV -dónde trabajaba la modelo australiana y dónde ocurrieron los hechos-, así como la tripulación que viajaba en él, obtuvo permiso para salir del Puerto de Argostoli, luego de ser retenido por varios días para llevar acabo interrogatorios e investigaciones.
Por su parte, la madre y la hermana de la modelo, que justamente estaban por encontrarse con ella en Grecia, fueron advertidas por las autoridades de ese país que era mejor que no visitaran su cuerpo en la morgue, ya que se encontraba en “muy mal estado”.
La cadena australiana de medios Fairfax informó que la policía local revisó los videos de las cámaras de seguridad desde el yate e interrogó a toda la tripulación y que cree que no hay circunstancias sospechosas en la muerte de la modelo. Lo cierto es que ninguna autoridad ha salido a informar de manera oficial sobre los hallazgos o resultados de las investigaciones.
Lo mismo ocurre en México, donde ninguna de las empresas del Grupo Bal -del cual es presidente el multimillonario mexicano Alberto Baillères González, dueño del yate en dónde murió McNamara- ha emitido ningún comunicado al respecto.
¿Quién es la influencer australiana Sinead McNamara?
La modelo de Instagram se encontraba trabajando desde hace 4 meses en el yate del millonario mexicano. Aunque no se sabe con precisión en qué consistía el proyecto en el que trabajaba la australiana. Lo que sí es un hecho es que ella se dedicaba a promover, a través de su cuenta en la red social, viajes a lugares exclusivos, marcas de trajes de baño, ropa interior y protectores solares.
Se sabe que McNamara ya había trabajado anteriormente en superyates lujosos; sin embargo, su familia cuenta que en Mayo de este año Sinead vendió todas pertenencias para volar a Europa y unirse a la tripulación del Mayan Queen IV. Durante esos 4 meses la influencer mantuvo cautivos a sus seguidores con las fotos que compartía sobre los lugares que visitaba a bordo del yate.
La modelo cuenta con más de 20 mil seguidores en Instagram y con casi 2 mil en Facebook. Días antes de su muerte había publicado varias fotografías en Santorini y Rodos, en Grecia. Y era Argostoli su última parada como miembro de la tripulación, pues ahí concluía su contrato; de hecho, el día que murió era su último día de trabajo. Quizá por eso planeó unas vacaciones con su madre y su hermana, quienes la iban a encontrar en Grecia.
Trabajar en yates mientras se recorre Europa es una opción muy atractiva para muchos jóvenes. Las agencias de reclutamiento ofrecen atractivos salarios que llegan hasta los $140 mil dólares al año libres de impuestos -dependiendo de rol asignado y del tamaño de la embarcación-. Sin embargo la presión bajo la que se trabaja puede opacar la vida glamorosa que se imagina.
La australiana Sarah Begbie compartió con medios australianos su experiencia de trabajo como acompañante en un yate de lujo, la cual describió como “intensa”.
"La mayor ventaja del trabajo era trabajar en algunos de los lugares más increíbles del mundo", describe Sarah quien también destacó las largas jornadas de trabajo que deben cumplir a borde de las embarcaciones, las cuales pueden durar hasta 18 horas.
Por otra parte, señaló que en las embarcaciones que trabajó “siempre había muchas mujeres a bordo para mantener ocupados a todos los hombres, y éstas parecían recién salidas de un desfile de Victoria’s Secret”.