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Narcotraficante en Brasil intenta escapar de cárcel disfrazado de su hija

Clauvino da Silva, conocido como “bajito”, intentó huir por la puerta principal del presidio de Gericinó, luego de una visita de su hija; llevaba unos lentes, una peluca con el pelo largo y una máscara de con el rostro de mujer

Foto: Reuters | El Universal
05/08/2019 |10:42
EL UNIVERSAL San Luis Potosí
RedactorVer perfil

El plan de fuga no contempló cavar un túnel, limar barrotes ni saltar un paredón: apenas una peluca, una máscara de silicona y ropa femenina. Pero la actitud sospechosa del recluso, vestido de mujer, frustró su creativo intento de escape.

Un narcotraficante brasileño intentó este sábado escapar de un complejo penitenciario de la zona oeste de Río de Janeiro vestido de mujer. Los custodios percibieron una actitud sospechosa y acabaron malogrando el escape, según confirmó la Secretaría de Estado de Administración Penitenciaria de Río.

Clauvino da Silva, conocido como “bajito”, intentó huir por la puerta principal del presidio de Gericinó, luego de una visita de su hija. El traficante llevaba gafas, una peluca con el pelo largo, una máscara con el rostro de mujer y vestía prendas femeninas.

Las autoridades creen que da Silva llevaba la ropa de su hija, quien unos instantes antes había llegado a prisión para visitarlo. El traficante estaba solo cuando intentaba fugarse, por lo que las autoridades creen que planeaba dejarla dentro de la cárcel tras su escape.

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Luego de la tentativa de escapar, el preso fue trasladado a una unidad demáxima seguridad y sufrirá sanciones disciplinarias. La hija de da Silva y otros siete visitantes están bajo la mira de la policía, que los investigará por la sospecha de haber colaborado en el intento de fuga.

De acuerdo con las autoridades, da Silva forma parte de la cúpula del Comando Vermelho, uno de los grupos criminales más poderosos de Brasil, que controla buena parte del tráfico de drogas en Río. El traficante actuaba en Angra dos Reis, una ciudad costera del sur del estado.

Según las autoridades, el intento de fuga fue un “acto de desesperación” debido a que en lo que va del año, inspectores penitenciarios de Río han confiscado más de 7 mil 300 teléfonos celulares, joyas y dinero dentro de los presidios del estado durante requisas periódicas para controlar cualquier intento de escape.