Un hombre condenado en un proceso contra la mafia y que se encontraba huido se atrincheró hoy con rehenes en una oficina de correos en la localidad de Pieve Modolena (provincia de Reggio Emilia, norte) armado con un cuchillo, informó la policía.

El hombre accedió a esta sucursal situada en la periferia de Reggio Emilia en torno a las 09:00 locales (08:00 GMT) e hizo salir a todas las personas que se encontraban dentro menos a cinco, entre ellas la directora de la oficina, según la primera reconstrucción.

Inmediatamente después llegaron al lugar agentes de policía, del cuerpo de carabineros y autoridades judiciales, que procedieron con las negociaciones, según explicó la policía en Twitter.

Pero antes los agentes cortaron el tráfico en la calle y evacuaron las inmediaciones del edificio.

Pasado el mediodía el asaltante permitió salir a una mujer que afirmaba sentirse mal, una de las cajeras de la oficina, que ya en la calle fue socorrida por el personal de Emergencias.

Por el momento el asaltante cuenta con cuatro rehenes dentro de la oficina y se está valorando la intervención de los equipos especiales.

El raptor ha sido identificado como Francesco Amato y es uno de los 125 condenados el pasado miércoles en primer grado en el proceso "Aemilia", el mayor juicio sobre la infiltración de la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, en regiones del norte italiano.

Amato, de 55 años y conocido en la oficina que asaltó, fue condenado a 19 años de prisión, pero desde que se dictó sentencia ha permanecido en paradero desconocido, eludiendo el ingreso a prisión.

Los magistrados le consideraron como uno de los organizadores de un clan vinculado a la 'Ndrangheta, la mafia más poderosa de Italia, para la que ejercía extorsiones para permitir su infiltración en el tejido administrativo y empresarial de la región de Emilia Romagna.

Amato habló por teléfono con el informativo radiofónico de la RAI y dijo que su acción era para protestar contra el "proceso político" en su contra: "Contra mí no hay pruebas al cien por cien, yo no tengo nada que ver", denunció, notablemente exaltado.

Asimismo exigió hablar con el ministro del Interior, Matteo Salvini.

Y amenazó: "En estos momentos tengo el cuchillo apuntado a los empleados. Si estos (la policía) intentan entrar, haré daño a estas pobres personas que están trabajando".

A las puertas de la oficina de correos llegaron algunos familiares del secuestrador, que lamentaron su gesto, "seguramente equivocado", pero subrayaron que "su intención no es hacer daño", en declaraciones a la prensa.

Amato entró en la sucursal con un cuchillo de cocina en la mano y amenazando a los presentes al grito de "Los mato a todos" y "Soy el condenado a 19 años de cárcel".
lsm

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