El ex narcotraficante mexicano Vicente Zambada dijo el lunes que mantuvo dos conversaciones telefónicas, monitoreadas por el gobierno estadounidense, con su padre Ismael El Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa, mientras Vicente se encontraba preso en Estados Unidos.
Aseguró, además, que su progenitor y Joaquín El Chapo Guzmán pasaron información sobre traficantes de droga rivales a la agencia antidrogas estadounidense.
Zambada testificó eso durante el juicio a Guzmán que se celebra en la corte federal de Brooklyn y que ya va en su octava semana.
La agencia antidrogas estadounidense, más conocida como DEA, monitoreó las llamadas con El Mayo, quien jamás ha sido arrestado y sigue prófugo.
Ambas ocurrieron en el 2012 y, según Zambada, fueron conversaciones triviales en las que él decía cosas como “papá cómo estás” y “te quiero mucho” pero en las que también le pidió ayuda para averiguar datos sobre otros traficantes que pudieran ser entregados a la DEA.
La información, dijo Zambada, fue dada por El Mayo y El Chapo a través de abogados e incluía datos como el código telefónico de las Blackberrys que usaban traficantes.
Un abogado de El Chapo, Eduardo Balarezo, dijo el lunes que poco después de las llamadas con El Mayo, Guzmán fue arrestado, pero Zambada no, sugiriendo así que El Mayo entregó a las autoridades estadounidenses información sobre la ubicación de El Chapo.
“Él (Guzmán) sabía que yo venía a testificar. Mi compadre Chapo no es mi enemigo”, dijo Zambada el lunes.
“Usted está testificando contra él. Usted es su enemigo”, respondió Balarezo.
Después de la extradición de Zambada a Estados Unidos en 2010, sus abogados afirmaron que había trabajado para la DEA como informante aun cuando participaba en el contrabando de cocaína. A cambio de la información que Zambada facilitara desde el interior del cártel, se le había prometido inmunidad en caso de que enfrentara juicio, según su defensa.
La fiscalía ha rechazado la afirmación de Zambada de que existía un acuerdo de inmunidad “aprobado a los niveles más altos de gobierno”.
Zambada se declaró entonces culpable y aceptó colaborar con la fiscalía. No ha sido sentenciado aún y enfrenta una pena mínima de 10 años y una máxima de cadena perpetua.
El Chapo, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y exlíder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser declarado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
La semana pasada Zambada testificó que El Chapo tenía contactos en la DEA y que los usó para ayudar a Zambada a salir del cartel de Sinaloa.
El lunes, los abogados de Guzmán enumeraron los nombres de muchos miembros del cartel de Sinaloa que están ahora muertos o en prisión y destacaron el hecho de que El Mayo sigue libre.
De esta forma intentaron demostrar que El Mayo es un soplón a quien no le importa que otros caigan en manos de las autoridades para permanecer así él en libertad.
El lunes también testificó en el juicio un agente del FBI llamado José Moreno que habló del intento fallido de arresto de El Chapo en 2012 en una casa de Cabo San Lucas, en México, en la que supuestamente se estaba hospedando el narcotraficante.
En la sala del juicio se mostró un video que tomó Moreno de la casa, donde El Chapo dejó ropa, zapatos y una especie de cuadernos de registro donde anotaba pagos que hacer y drogas y armas que se debían comprar.