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Se llamaba Paola Moreno Cruz. Tenía solo 32 años, pero desesperada por la presión de no poder devolver un crédito con hasta un 40% de interés se lanzó al vacío el pasado miércoles en la localidad de Ibagué, en el departamento de Tolima, en Colombia.
En la caída de 100 metros desde un viaducto se llevó consigo a su hijo de 10 años, Nicolás Moreno, pese a los esfuerzos de la policía y una psicóloga que durante casi una hora trataron de disuadir a esta madre soltera de que no saltara al precipicio.
En las imágenes se ve al pequeño agarrado a un saliente y, según medios locales, también habría rogado a su madre que no lo hiciera.
Pero ni estos lamentos ni la ayuda ofrecida por bomberos, policías y sanitarios, consiguieron frustrar las intenciones de Paola.
"La doctora Carolina Lis estaba ahí. Ya casi habíamos convencido a la señora, pero desafortunadamente llegó en ese momento una persona y al verla, se lanza al abismo", relató Guillermo Jaramillo, alcalde de Ibagué.
En las redes sociales no han dejado de circular las imágenes de los equipos de salvamento arrasados en lágrimas al ver que no conseguían salvar la vida de la madre y su hijo.
Desesperación
Detrás de este suicidio estarían los préstamos informales conocidos como "gota a gota", un fenómeno que se ha extendido más allá de las fronteras colombianas y que se registra ahora en otros países de Latinoamérica.
"Dos de los casos (de suicidio) que se presentaron recientemente tienen que ver con deudas y tienen que ver con algo que es monstruoso y que se está dando no sólo en Ibagué sino en Colombia entera que es el 'gota a gota'", explicó el alcalde.
Esta madre soltera "estaba desesperada ante la presión de estas deudas".
Usura y violencia
Esta modalidad de préstamo es muy arriesgada. Quien lo solicita recibe el dinero rápido, sin garantías ni avales y con la firma de solo un papel.
Estos crédito son tentadores porque se devuelven en cuotas muy pequeñas, sin embargo la trampa se esconde en los intereses, que son altísimos.
"El 'gota a gota' se convirtió en una situación terrible porque no solamente extorsiona a la gente, no solamente le roba su trabajo, lo intimida, chantajea, amenaza de muerte, en ocasiones acaba costándole la vida a quien contrae esos préstamos", sentenció el alcalde de Ibagué.
Si no se cumple puntualmente con las cuotas, que pueden ser diarias, semanales o mensuales, es muy posible que la persona, o incluso sus familiares, corra peligro físico.
Después de recibir el dinero que necesitas, por lo general tiene 20 o 30 días para devolver el monto más un interés que oscila entre el 10% al 40%.
Esta tasa de interés está en Colombia 15 veces por encima de la tasa de usura definida por la Superintendencia Financiera.
A menudo quienes acuden a esta modalidad de endeudamiento lo hacen porque no pueden acceder a un crédito bancario formal.
"Las sumas de dinero se incrementan tanto que los que accedieron a esos préstamos ya no pueden pagar e incumplen con las cuotas pactadas", explicó la Dirección de Investigación Criminal de Perú -país donde también se presenta esta modalidad- para un artículo sobre el tema publicado en 2016.
Ante esta situación, "los 'prestamistas' los agreden, extorsionan y los amenazan de muerte si no pagan la suma prestada y el total de intereses", añaden.