Un ecuatoriano que llegó a una base militar de Brooklyn, Nueva York, para entregar una pizza fue detenido y entregado a la policía migratoria para ser deportado porque no tenía papeles.

Pablo Villavicencio tiene 32 años, su esposa y sus hijas son estadounidenses y ya había efectuado varias entregas de pizza en la base, situada en el extremo sur de Brooklyn, según varios medios locales.

Hasta ahora, había franqueado la seguridad mostrando la tarjeta de identidad de la ciudad de Nueva York, que es otorgada a todos los residentes, sin importar su estatus migratorio.

Pero en esta nueva entrega, el viernes pasado, se le pidió firmar un documento que autorizaba entre otras cosas la verificación de sus antecedentes.

La base de datos mostró que el padre de dos niñas de dos y tres años residía sin papeles desde 2010 en Estados Unidos, aunque un juez migratorio le había pedido abandonar el país en julio de ese año.

El personal de la base lo detuvo y entregó a la policía migratoria (ICE), confirmó a la AFP una portavoz de ICE en Nueva York, que explicó que está en vías de ser deportado.

Villavicencio había ya iniciado los trámites para obtener la "green card" o permiso de residencia y trabajo permanente, según la prensa local.

A raíz del endurecimiento de la política migratoria bajo el gobierno de Donald Trump, ICE aumentó sus redadas en búsqueda de inmigrantes indocumentados.

En vez de dar prioridad a aquellos con antecedentes penales o que han cometido crímenes graves, como bajo el anterior gobierno de Barack Obama, ahora el objetivo es deportar a cualquiera que carezca de papeles, aunque eso implique separarlo de su familia.

Los agentes de ICE han aumentado incluso de manera significativa los arrestos en tribunales, hasta ahora considerados santuarios, al igual que las escuelas, los hospitales y las iglesias.

Para Justin Brannan, edil del legislativo municipal por la circunscripción donde se encuentra la base militar, la detención de Pablo Villavicencio señala un cambio en la posición de las fuerzas armadas frente a los indocumentados.

"¿Es esto parte de la nueva estrategia de deportación de Donald Trump? (...) Esto es absolutamente ridículo. Estamos destrozando familias, ¿y para qué?", preguntó Brannan a periodistas.

"Díganme como esto es Estados Unidos", tuiteó el presidente del Distrito de Brooklyn, Eric Adams, tras participar con Brannan en una protesta esta tarde frente a la base militar. También estaban la esposa de Villavicencio y sus hijas, que llevaban muñecas.

"Díganme cómo sacar a Pablo de las calles torna a nuestra nación más segura", desafió Adams.

La esposa de Villavicencio, la colombiana Sandra Chica, quien tiene la nacionalidad estadounidense, dijo que su marido no cometió ningún delito y acusó a las autoridades de cometer lo que consideró "un acto de racismo".

"No estaba cometiendo un delito, no estaba haciendo nada criminal, simplemente trabajando para el soporte de estas dos niñas", relató la mujer, quien consideró que el arresto es ilegal y "un acto de racismo".

Pidió ayuda de todas las personas que puedan asesorarlos legalmente y advirtió que su esposo, quien había iniciado los trámites para su residencia, al parecer sería deportado la próxima semana.

"No es justo que simplemente aquí lo principal sea la deportación, tratar de subir cifras (...) sin importar el impacto que esto tiene en las familias, especialmente en estas niñas. Yo no tengo cómo explicarle a ellas que el papá no llega de su trabajo, siempre me preguntan por qué han pasado tantos días, tanta noches y mi papá no llega", afirmó.

En la página Gofundme.com se inició una campaña para recaudar 20 mil dólares que permitan ayudar a Villavicencio y su familia "en este difícil momento"

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