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Un grupo de más de 100 trabajadores, en su mayoría de origen mexicano, empleados en la construcción de una planta de la empresa de mensajería UPS en Indianapolis (Indiana, Estados Unidos), renunciaron de manera conjunta la semana pasada luego de que cinco de sus compañeros fueran despedidos injustificadamente por un superior que, acusan, ya había tenido reiteradas actitudes racistas, informaron medios locales.
El hecho se dio a conocer luego de que un video, grabado por el soldador estadounidense Antoine Dangerfield, se volviera viral en las redes sociales. El clip, que muestra la solidaridad entre los trabajadores de esta construcción, generó una ola de muestras de apoyo entre los usuarios de las redes.
En el video se ve cómo los obreros dejan de trabajar, toman sus cosas y comienzan a salir del sitio de construcción, mientras se escucha al autor del video decir: “Ellos (la empresa) pensaron que podían jugar con estos ‘amigos’ y ellos respondieron mostrando que están en esto juntos. Se están yendo y no bromean". Segundos después, se muestra el sitio vacío y silencioso.
Según relató el autor del video, el responsable de la renuncia masiva fue un director de seguridad de la empresa, quien desde que inició el proyecto de construcción -hace ya varios meses- mostró reiteradas actitudes racistas y despectivas contra los trabajadores mexicanos.
Explicó que, el día de la confrontación, el mismo director de seguridad pidió a uno de los obreros mexicanos que fungiera como traductor con un tercero, pero por algún motivo el trabajador se negó, provocando el enojo del supervisor, quien inmediatamente despidió a cinco de los obreros sin mayor explicación. Acto seguido, más de 100 trabajadoresrenunciaron como muestra de solidaridad.
En entrevista con la revista local Jacobin, Dangerfield señaló que fue despedido luego de publicar el video de la renuncia masiva de sus compañeros y que representantes de UPS le ofrecieron 250 dólares para que lo borrara de su cuenta personal de Facebook.
El hombre, ahora desempleado, no sólo se negó, sino que, según dijo a Jacobin, lo que vio ese día en la fábrica le cambió la vida y celebró el calor de sus compañeros.
“Sólo sentí ese poder. Se sintió bien. Iban saliendo con la cabeza en alto, fuertes. Me llegó. Ese fue el motivo por el que dije: ‘wow, esto es hermoso’. Fue hermoso que se unieran de esa forma y que no dejaran que ese tipo pasara por sobre de ellos”, dijo Dangerfield.