Un grupo de senadores republicanos, liderados por el texano Ted Cruz, presentaron ayer un proyecto de ley para que inmigrantes indocumentados financien la construcción del muro fronterizo con México, una barrera que según la administración de Donald Trump costará 25 mil millones de dólares.

La iniciativa, llamada “Ley Muro”, quiere ser una respuesta a la incapacidad de Trump de conseguir fondos para su construcción debido a la oposición frontal de los demócratas, que han prometido bloquear cualquier asignación y se harán fuertes con su recién conseguida mayoría en la Cámara de Representantes.

La propuesta apunta a dos aspectos: el “cierre de vacíos legales”, especialmente en relación a la obtención de beneficios y subsidios —argumento falaz, ya que los indocumentados no tienen acceso a ellos—; y el aumento de las multas por cruzar la frontera sin papeles o por extender la estadía en EU más allá de lo que les permite su visado.

Según sus ideólogos, la propuesta podría recaudar hasta 33 mil millones de dólares. “Ciertamente podemos darnos el lujo de construir el muro […] simplemente asegurando que no se desperdicie la generosidad de los contribuyentes”, dijo el senador republicano John Kennedy. La iniciativa no tendrá ningún recorrido legislativo, como tantas otras propuestas presentadas en el Congreso.

La administración Trump sigue encontrando trabas en su intento de fondear el muro. La pelea por ese financiamiento está a punto de dejar sin presupuesto a parte del gobierno de EU, aunque una prórroga de dos semanas aprobada ayer da más tiempo a las negociaciones. Trump lleva semanas insistiendo en que quiere que el presupuesto del próximo año incluya 5 mil millones de dólares para el muro, y los demócratas se niegan.

No sólo eso, sino que esta vez han separado la negociación por fondos para la valla con la regularización de los dreamers, los jóvenes indocumentados que llegaron en la infancia a EU. Hace unos meses se reportó un acuerdo verbal para intercambiar fondos al muro por legalizar a más de 600 mil soñadores; los demócratas han cambiado de parecer.

“Los jóvenes y patriotas dreamers no son piezas de cambio”, sentenció la futura presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, quien insistió en que el muro es “inmoral, inefectivo y caro”. “Prometió que México iba a pagar por ello”, recordó la demócrata, cerrando la opción que salgan fondos del contribuyente estadounidense. Trump intentará negociar una solución el martes, cuando se reúna con Pelosi y el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, para destrabar la negociación. Anoche el mandatario retomó el tema y sin justificar su advertencia, tuiteó que Arizona se prepara un “masivo incremento” en la llegada de migrantes en la zona donde no hay muro. “No los dejaremos pasar. ¡Nancy y Chuck deben aprobar el muro!”, dijo.

Por otra parte, la agencia The Associated Press reportó que, desde junio, EU ha separado al menos a 81 menores de sus padres, a pesar de la orden ejecutiva y de las cortes que prohibían esa práctica. Para hacerlo, las autoridades alegan que los padres tienen antecedentes criminales o que peligra “el bienestar o la salud” del niño.

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