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Madrid. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha agradecido al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que constatara hechos de violencia que podrían constituir "graves violaciones a los Derechos Humanos" por parte de las fuerzas de seguridad durante el gobierno actual mandataria en funciones, Jeanine Áñez, y en el marco de los episodios de violencia en el país tras las elecciones del 20 de octubre.
"Agradezco al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos por informar al mundo que hubo graves violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno represor de Añez", ha hecho saber el mandatario en su cuenta de Twitter.
En las tres semanas que la misión lleva en Bolivia, a donde llegó el 11 de noviembre, ha recabado información de primera mano sobre la situación de Derechos Humanos en el país y "ha documentado hechos de violencia ocurridos a partir del 21 octubre, algunos de los cuales podrían constituir graves violaciones a los Derechos Humanos", según ha informado la ONU en un comunicado.
Entre ellos, ha precisado, figuran "los trágicos sucesos ocurridos en Sacaba (Cochabamba) el 15 de noviembre --donde fallecieron al menos 9 personas-- y en Senkata (El Alto) el 19 de noviembre, donde fallecieron al menos 10 personas durante una intervención del Ejército y de la Policía en el contexto de manifestaciones".
"Las masacres de Sacaba y Senkata no quedarán impunes. Tarde o temprano Añez, (el ministro del Interior, Arturo) Murillo, así como los militares y policías que se atrevieron a disparar con balas al pueblo movilizado contra el golpe, serán alcanzados por la justicia", ha añadido Morales.
Crisis en Bolivia
La crisis política en Bolivia se desató tras las elecciones presidenciales del 20 de octubre, en las que el ahora expresidente proclamó su victoria pero la oposición denunció un "fraude gigantesco".
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha concluido en su informe final que en los comicios hubo "manipulación dolosa" y "parcialidad", así como "irregularidades graves", tales como la "falta de resguardo de las actas" y la pérdida de "material sensible".
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre y huyó a México. Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder dejado por el antiguo mandatario y la renuncia de otros altos cargos.
Bolivia se prepara ahora para celebrar unas nuevas elecciones en las que ni Morales ni su vicepresidente, Álvaro García Linera, podrán participar, conforme al acuerdo al que su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y el Gobierno de Áñez han llegado en el Congreso.