Reino Unido busca hacer personalmente responsables a los ejecutivos de las redes sociales por los contenidos nocivos publicados en ellas y lo realizará cerrando las plataformas infractoras, esta acción se realiza en el marco de un plan gubernamental único en el mundo que fue publicado el lunes.
Las propuestas, recopiladas en un libro blanco largamente demorado y que suscitaba gran expectación, sientan las bases para una legislación que podría aprobarse en los próximos meses.
Fueron elaboradas tras consultar con magnates de las redes sociales, como el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y han enfrentado poca resistencia por parte de otras plataformas a las que también se ha culpado de permitir la propagación de mensajes de odio y hostigamiento.
Pero algunas de ellas suscitaron la preocupación de los defensores de la libertad de expresión.
El plan, que incluye la creación de un regulador independiente, se propone enfrentar directamente todo tipo de contenidos peligrosos, desde la incitación a la violencia o el suicidio, hasta la divulgación de información falsa.
"Lo que estamos proponiendo hoy es que las empresas que publican contenido generado por los usuarios asuman una mayor responsabilidad para garantizar la seguridad de sus utilizadores", dijo a la radio BBC el ministro de cultura y medios de comunicación, Jeremy Wright.
"Son propuestas pioneras a nivel mundial. Nadie en el mundo ha hecho esto antes", agregó.
El tema se tornó urgente tras el fracaso de Facebook en atajar la transmisión en vivo del atentado perpetrado el 15 de marzo por un supremacista blanco en dos mezquitas de Nueva Zelanda que dejó 50 muertos.
La primera ministra británica, Theresa May, alertó a las empresas de tecnología que "no han hecho lo suficiente" para proteger a los usuarios y que su gobierno está dispuesto a actuar.
"Por un tiempo demasiado extenso estas empresas no han hecho lo suficiente para proteger a los usuarios, en especial los niños y los jóvenes, de lo contenidos peligrosos", dijo en un comunicado.
"Es tiempo de hacer las cosas de otra forma. Las empresas deben comenzar a asumir las responsabilidades de sus plataformas y ayudar a restituir la confianza pública en esta tecnología", agregó.
Multas en estudio
Esta nueva normativa prevista será válida para toda empresa que permita a los usuarios compartir, generar contenido o interactuar en línea.
De esa forma, la medida incluiría centros de almacenamiento de datos y foros, así como las plataformas sociales más conocidas, servicios de mensajería y buscadores.
Si no cumplen con los nuevos estándares, las empresas estarían expuestas a fuertes multas.
"Estamos consultando la posibilidad de aplicar pesadas multas, bloquear acceso a sitios de internet y potencialmente responsabilizar legalmente a miembros individuales de la directiva", apuntó el gobierno británico.
Así el nuevo ente regulador tendría el poder de forzar a las plataformas a publicar informes anuales sobre transparencia.
Ello incluiría la cantidad de contenido peligroso diseminado en cada sitio o plataforma y la forma en que se trató cada caso.
Esa entidad reguladora también tendría capacidad de emitir códigos de conducta que impondrían a las empresas exigencias mínimas como la contratación de personal dedicado de eliminar noticias falsas, en particular durante períodos electorales.
"La era de la autorregulación de las empresas en línea ya terminó", dijo Wright, afirmando que quiere ver al sector como "parte de la solución".
"Aquellos que no logren hacerlo, enfrentarán duras acciones", aseguró.
Los defensores de medidas regulatorias más firmes para las redes sociales y plataformas en línea aceptaron las propuestas.
"Por mucho tiempo las redes sociales han fracasado en priorizar la seguridad de los niños y los han dejado expuestos a abuso y contenido dañino", dijo Peter Wanles, director de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños.