A menos de un mes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, el presidente Donald Trump advirtió hoy que Estados Unidos podría convertirse en Venezuela si ganan los demócratas.

Antes de abordar el helicóptero presidencial Marine One, en ruta a Florida, Trump confió en que el comportamiento de los demócratas hacia el nuevo magistrado de la Suprema Corte de Justicia, Brett Kavanaugh, hará que pierdan a su propia base de votantes en los comicios.

“Muchos demócratas van a votar a favor de los republicanos porque tengo muchos amigos que son demócratas”, dijo Trump. “La base principal de los demócratas está tan a la izquierda que terminará siendo Venezuela, este país terminaría siendo Venezuela”, insistió.

Los comicios ponen en juego 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 del Senado, así como comicios estatales y locales en 39 estados del país, en momentos en que las encuestas advierten la posibilidad de que los republicanos pierdan el control de la cámara baja.

Los republicanos mantienen hasta el momento el control de 63 de los 69 distritos denominados “campos de batalla”, el resto está en poder de los demócratas, que tendrían que tener un triunfo neto en 24 de los distritos más disputados para recuperar el control de la Cámara de Representantes.

Históricamente, el partido que controla la Casa Blanca pierde escaños en el Congreso durante las elecciones intermedias.

Kavanaugh, confirmado el sábado pasado después de una pelea política entre republicanos y demócratas que resultó en el voto más apretado para un magistrado desde el siglo XIX, fue juramentado el fin de semana e iniciará sus trabajos mañana martes.

Trump dijo sin embargo que los demócratas están hablando de la posibilidad de llevar a Kavanaugh a juicio político y sostuvo que las acusaciones de ataque sexual fueron una “fabricación” por parte de los demócratas. “Es una desgracia”.

El presidente estará acompañado durante su viaje por el subprocurador de Justicia, Rod Rosestein, el funcionario que puso en marcha la investigación de la presunta intervención de Rusia en la campaña electoral de 2016 a través de un fiscal especial, y que ha sido centro de especulaciones sobre su despido o renuncia.

Trump aseguró no obstante que no tiene planes de despedir el subprocurador de Justicia y dijo tener una “buena relación” con el funcionario.

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