Más Información
Washington, Estados Unidos.- El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió el viernes a los periodistas que muestren más respeto en la "sagrada" Casa Blanca y momentos después, enojado, se negó a responder a una pregunta que consideró "estúpida".
El último enfrentamiento entre el presidente y el cuerpo de prensa que lo cubre siguió a una crisis el miércoles, cuando Trump calificó a un periodista estrella de la cadena CNN como una "persona terrible" y le retiró la credencial que le permite trabajar dentro de la Casa Blanca.
En el incidente de este viernes, Abby Phillip, también de CNN, le preguntó a Trump si quería que su nuevo fiscal general detuviera la investigación sobre la posible colusión de su campaña electoral de 2016 con agentes rusos.
El tema ha acaparado titulares en Washington desde el miércoles, cuando Trump despidió abruptamente a Jeff Sessions como fiscal general y nombró a Matthew Whitaker, feroz crítico de la investigación rusa, para reemplazarlo.
Los opositores han acusado a Trump de colocar a un aliado que tratará de poner bozal a la investigación del fiscal especial Robert Mueller.
En una rueda de prensa antes de partir a un evento en París para conmemorar el fin de la Primera Guerra Mundial, el mandatario se negó a responder a Phillip.
"Qué pregunta más estúpida, qué pregunta más estúpida. Pero te observo mucho. Haces muchas preguntas estúpidas", dijo, señalando a la periodista con un dedo, antes de marcharse.
Momentos antes había defendido su decisión de prohibir el ingreso a la Casa Blanca al reportero de CNN Jim Acosta luego de su intercambio en la conferencia de prensa del miércoles, calificándolo como "un tipo muy poco profesional".
Cuando se le preguntó durante cuánto tiempo se le negaría a Acosta el permiso de ingreso a la Casa Blanca, Trump dijo que no lo había decidido e indicó que la sanción, extremadamente inusual, podría aplicarse a más periodistas.
"Podría haber otros", amenazó.
El presidente dijo que la mala relación que tiene con los medios de comunicación es culpa de los periodistas, que no han mostrado una diferencia suficiente.
"La Casa Blanca es un lugar muy sagrado para mí. Es un lugar muy especial. Tienes que tratar a la Casa Blanca con respeto. Tienes que tratar a la presidencia con respeto", dijo.