Los investigadores hallaron rastros del gas nervioso utilizado para envenenar al ex espía ruso Serguei Skripal y a su hija en dos locales, informó ayer Sally Davies, la jefa de los servicios sanitarios ingleses.
Los rastros se hallaron en una pizzería y en un pub de la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Davies hizo un llamado a las cerca de 500 personas que estuvieron en esos lugares el pasado domingo, a lavar la ropa y los objetos personales que utilizaron aquel día. La funcionaria dijo que es una medida netamente preventiva y que no existe ningún peligro para su salud.
Varios lugares de Salisbury, donde Skripal vivía siguen acordonados, como su casa y el cementerio donde están enterrados su esposa y su hijo.
El 4 de marzo Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron encontrados inconscientes, con síntomas de envenenamiento, en el banco de un parque cerca de un centro comercial de la localidad. Desde entonces, luchan por su vida. Según medios locales, Yulia está mejor que su padre, pero ambos siguen en estado crítico.
En tanto, ayer se revelaron presuntos vínculos de Skripal en España. El espía fue enviado en 1993 por la agencia militar rusa (GRU) a España, donde fue detectado por el servicio de inteligencia español, según el diario The Times.
Después, en 2004, fueron precisamente los servicios de seguridad españoles los que informaron a Rusia sobre el doble juego del espía con Moscú y Londres.