Al menos 13 personas murieron ayer en protestas en varios puntos de Sudán, coincidiendo con el derrocamiento del presidente Omar al-Bashir a manos del ejército después de casi cuatro meses de movilizaciones en las calles del país en contra del mandatario.
El Comité Central de Médicos, un sindicato opositor del sector, anunció a última hora del jueves que al menos 13 personas han fallecido por “disparos de las fuerzas del régimen”, sin especificar qué cuerpos de seguridad han abierto el fuego contra la gente.
Dos de las víctimas mortales perecieron donde los inconformes se mantienen, desde el pasado sábado, en las cercanías de la sede de la comandancia del ejército sudanés, en la capital Jartum. Ahí miles de personas seguían concentradas a pesar de la entrada en vigor de un toque de queda a las 22:00 hora local. Las Fuerzas Armadas de Sudán anunciaron al mediodía que habían apartado de la presidencia a Al-Bashir, disuelto todas las instituciones y suspendido la Constitución, además de imponer el estado de emergencia por tres meses y el toque de queda nocturno.
La mayoría de las víctimas, ocho muertos, se registraron en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, donde también se han registrado protestas en contra de Al-Bashir, que precisamente está acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad en el marco del conflicto armado en esa zona.
El sindicato de médicos destacó que un total de 35 personas fallecieron desde el pasado 6 de abril, cuando inició la acampada de protesta en las cercanías del cuartel general del Ejército para pedir el apoyo de esta institución frente al mandatario.
Sin embargo, una parte de las fuerzas opositoras y de los manifestantes rechazaron el movimiento de los militares, que apartaron a Al-Bashir del cargo, pero tomaron el poder a través de un consejo militar que liderará Sudán. En un discurso en televisión estatal, el ministro de Defensa, Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf, anunció un periodo de dos años de gobierno militar seguido por elecciones presidenciales.
Dijo que Al-Bashir, de 75 años, estaba retenido en un “lugar seguro” y que un consejo militar ahora dirigiría el país. Horas después, el propio Ibn Auf tomó posesión como presidente de la junta militar y el jefe del Estado mayor de la Defensa, Kamal Abdelmaaruf, como número dos. La Constitución de 2005 quedó suspendida y fueron disueltos, además de la presidencia, el Parlamento, el Consejo de Ministros y los gobiernos regionales.
Fuentes sudanesas dijeron a Reuters que Al-Bashir estaba en la residencia presidencial bajo “guardia estricta”. Un hijo de Sadiq al-Mahdi, jefe del principal partido de la oposición, el Partido Umma, dijo a al-Hadath TV que Al-Bashir estaba retenido con “varios líderes del grupo terrorista de la Hermandad Musulmana”.
Los manifestantes pidieron un gobierno civil y dijeron que no aceptarían una administración dirigida por militares, o por los asesores de Al-Bashir.
Los manifestantes cantaban su eslogan: “¡Paz! ¡Justicia! ¡Libertad!”, mientras llenaban el extenso complejo de Jartum por sexta noche consecutiva. “La gente no quiere un consejo militar de transición”, declaró en un tuit Alaa Salah, la estudiante que se convirtió en el “icono” del movimiento. “Queremos un consejo civil para llevar adelante la transición”, añadió.
Washington instó al ejército de Sudán a incluir civiles en el gobierno tras el derrocamiento del dirigente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un proceso de transición hacia la democracia en Sudán. A petición de Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE), que insistieron en un proceso político “pacífico”, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto analizar hoy a puerta cerrada la situación en Sudán.
La movilización de miles de sudaneses se inició por la decisión del gobierno de triplicar el precio del pan el 19 de diciembre en medio de una crisis económica.
La Alianza para la Libertad y el Cambio, que reagrupa a los diferentes grupos opositores a Al-Bashir, denunció en un comunicado un “golpe conducido por el régimen”.