El tribunal que juzga al expresidente panameño Ricardo Martinelli por presuntamente espiar a opositores durante su gobierno (2009-2014) ordenó este miércoles su excarcelación, un año después de ser detenido en Panamá tras ser extraditado desde Estados Unidos.

"El Tribunal ordena el cese de la medida cautelar impuesta a Ricardo Martinelli por cumplir el plazo de vigencia" y le otorga prisión domiciliaria, anunció Raúl Vergara, tercer magistrado del tribunal que juzga al exmandatario.

El abogado de Martinelli, Carlos Carrillo, había pedido horas antes durante una audiencia "la libertad inmediata" del expresidente aduciendo una serie de leyes según las cuales la detención provisional "no puede exceder un año".

"El texto de la ley es claro", señaló Vergara, en un auto donde se dice que no hay "certeza" de que el expresidente quiera fugarse, influir en el proceso o amenazar a los querellantes, como argumentaba la fiscalía.

Sin embargo, la decisión, que fue unánime tras 11 horas de deliberación, ha sido apelada por todas las partes.

Martinelli, quien se encontraba presente en la sala del tribunal con un abrigo rojo y una bufanda azul cuando se comunicó la decisión, cumplió el martes un año desde que llegara a Panamá extraditado desde Estados Unidos, y quedara detenido preventivamente.

La solicitud de excarcelación había sido rechazada por el fiscal Ricaurte González y por el abogado querellante y representante de las víctimas, Carlos Herrera.

"Obviamente hay una situación de riesgo" de que trate de evadir la justicia, dijo González al momento de rechazar la petición de la defensa.

Es "ridículo" que quede en libertad porque "tiene una gran fortuna y un gran poder político" para fugarse, señaló Herrera antes de la decisión judicial.

Posteriormente Herrera manifestó estar "en desacuerdo" con la decisión del Tribunal.

La excarcelación fue celebrada por medio centenar de seguidores de Martinelli a la salida de los juzgados con gritos de "¡Libertad!, ¡Libertad!".

Durante las horas de deliberación se pudo ver al exmandatario caminando por la sala, conversar amenamente con familiares y hasta durmiendo en la silla.

A lo largo de todo el día fue numeroso el grupo de simpatizantes que acudieron a la audiencia, donde no quedaron sillas libres. También asistieron su esposa, Marta Linares, y su hija, Carolina.

Durante la madrugada, varios abogados y asistentes aprovecharon también para dormir en la sala, constató un periodista de AFP.

"Estoy aquí para vivir este momento histórico. Hemos sido testigos de que se ha montado un caso político donde las pruebas que se han evacuado no vinculan a Martinelli con el hecho punible", dijo a la AFP Lois Abre, quien acudió a la audiencia junto a sus padres.

"Esto es una cuestión de resistencia", declaró Carolina, otra simpatizante.

El expresidente deberá permanecer en su domicilio conyugal, ubicado en el barrio capitalino de San Francisco. Además, no podrá dar declaraciones a medios de comunicación ni contactar con las víctimas ni salir del país.

El exgobernante, de 67 años, está siendo juzgado desde el 12 de marzo por presuntamente "pinchar", entre 2012 y 2014, las comunicaciones de unos 150 opositores a su gobierno. La fiscalía pide una pena de 21 años de reclusión por cuatro delitos.

Martinelli está acusado de crear y liderar "un aparato organizado de poder" al margen del Estado para la "vigilancia y seguimiento de personas" críticas con su gestión. Entre los espiados estarían periodistas, sindicalistas, políticos, empresarios y miembros de la sociedad civil.

"Este es un paso correcto que hace la defensa para ir logrando la completa libertad del señor Ricardo Martinelli", indicó a los periodistas Alfredo Vallarino, otro de los abogados defensores.

Los opositores a Martinelli, un magnate de supermercados que accedió al poder con un discurso contra la corrupción y los políticos tradicionales, siempre lo acusaron de mantener una "dictadura civil" para satisfacer sus intereses.

Sin embargo, sus defensores manifiestan que todo se trata de una "persecución política" del actual gobierno de su antiguo aliado Juan Carlos Varela.

Esta es la primera vez que un expresidente panameño se enfrenta a un proceso judicial por delitos de carácter penal.

Martinelli fue extraditado el 11 de junio de 2018, un año después de que fuera detenido en Miami, donde residía desde 2015 para eludir a la justicia panameña.

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