Michael Cohen, el abogado personal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió hoy a un juez de Nueva York que impida al FBI examinar los documentos que obtuvo en los registros de que fue objeto esta semana.
La presentación legal de Cohen presentó hoy en la corte del distrito sur de Nueva York, con sede en Manhattan, una petición para impedir que los agentes accedan a los documentos requisados en su oficina y en un hotel en el que se aloja, hasta que se haga un registro "de manera escrupulosa" y con todas las garantías.
Para mostrar su oposición, la Fiscalía del distrito sur de Nueva York interpuso poco después un escrito en el que desveló que Cohen está bajo investigación criminal.
The Washington Post, citando a fuentes familiarizadas con la investigación, había asegurado que Cohen se enfrentaba a dos delitos (infracción de las leyes de financiación de campañas electorales y fraude bancario), pero esta es la primera vez que la Fiscalía neoyorquina confirma públicamente una investigación criminal.
El lunes, los agentes del FBI registraron las oficinas de Cohen, cerca del Rockefeller Center de Nueva York, y a la habitación del hotel donde se aloja.
Sin embargo, hoy la Fiscalía del distrito sur de Nueva York reveló que los agentes se hicieron con dos teléfonos celulares de Cohen, una caja de seguridad y que, además, ya habían accedido a sus cuentas de correo electrónico antes de los registros del lunes.
"Los registros -explica la Fiscalía en su escrito- son el resultado de una investigación de meses sobre el señor Cohen y buscan evidencia de sus crímenes, muchos de los cuales nada tienen que ver con su trabajo como abogado, sino que se refieren a los propios negocios de Cohen".
Hoy se celebró una audiencia en la corte del distrito sur de Nueva York y, en esa vista, la defensa de Cohen expresó su preocupación sobre el tipo de documentos obtenidos por el FBI y, por ello, pidió revisar todos los materiales que puedan contener material confidencial.
La defensa de Cohen desde el principio ha acusado al FBI de estar vulnerando el deber de confidencialidad entre abogado y cliente.
Según medios locales, los agentes del FBI tenían permiso de la fiscalía del distrito sur de Nueva York para requisar documentos que tuvieran que ver con el pago de 130.000 dólares que Cohen hizo a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de que mantuviera silencio sobre el romance que tuvo en 2006 con Trump.
Los agentes también se hicieron con documentos vinculados a Karen McDougal, una exmodelo de Playboy que asegura haber tenido otra aventura con Trump, que duró casi un año.
Tanto McDougal como Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, trataron de vender sus historias a medios de comunicación en la recta final de las elecciones de 2016, cuando la imagen de Trump estaba muy dañada por comentarios sexistas y acusaciones de acoso por parte de varias mujeres.
Sin embargo, fueron silenciadas y, en el caso de Daniels, el responsable fue el propio Cohen, que pagó 130.000 dólares a la actriz porno para que mantuviera en secreto su relación.
Supuestamente Cohen se encargó de negociar acuerdos similares para otros políticos como Elliott Broidy, un importante recaudador de fondos del Partido Republicano que pagó 1,6 millones de dólares a la exmodelo de Playboy Keith Davidson para que mantuviera en secreto la aventura, que terminó en embarazo.
El propio Broidy reconoció hoy que tuvo una relación "consensuada" con una exmodelo de PlayBoy y anunció que dejaba su puesto en el Comité Nacional Republicano.
"Es desafortunado que un asunto personal entre dos adultos con capacidad para consentirlo acabe siendo un tema de discusión nacional solo por la participación de Michael Cohen", dijo Broidy en un comunicado.
La investigación a Cohen ha enfurecido a Trump, que esta semana consideró que los cateos a Cohen forman parte de una "caza de brujas" relacionada con la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre los supuestos lazos entre Rusia y su campaña para influir en las elecciones de 2016.
Fue Mueller quien encontró pistas sobre un comportamiento delictivo de Cohen y se las hizo llegar a la Fiscalía del distrito sur de Nueva York para que emprendiera su propia investigación.
Cohen ha trabajado durante más de una década para la Trump Organization y llegó a ser conocido como su "pitbull" personal debido a las técnicas agresivas con las que defendía a su jefe.