El amor no siempre tiene un buen final, no todos es como ocurre en los cuentos de Disney. El odio entre familias, la separación de clases, las infidelidades, la muerte y el dolor rodearon la historia de estas parejas que nunca alcanzaron la felicidad.
Algunos dicen que el verdadero amor tiene en él diversas tragedias, si no, no es amor real, y las parejas que forman el conteo cumplen a cabalidad con esta premisa.
Para celebrar el Día del Amor y te traemos este recuento que te va a dejar con ganas de cortarte las venas para conmemorar a San Valentín.
Marco Antonio iba en camino a las provincias de Oriente para pacificar una revuelta en Judea. Durante ese viaje se encontró con Cleopatra VII de Egipto y tras el flechazo instantáneo se hicieron amantes. Luego de un invierno juntos, él partió a Roma y se mantuvo ahí hasta cuatro años después cuando regresó con su amada. En septiembre del año 31 a.C., se llevó a cabo una batalla en la que la flota de Antonio y Cleopatra fue vencida por Octaviano; pensando que ella estaría muerta, Marco se suicidó y sabiendo la suerte que le esperaba como prisionera, la emperatriz también se quitó la vida.
Richard Burton y Elizabeth Taylor en la cinta "Cleopatra" de 1963. (Foto: Twentieth Century Fox)
Adolf conoció a Eva en 1929 cuando ella tenía 17 años. Era una joven rubia y de aspecto sano, justo como gustaban al dictador. Durante los primeros meses, la mujer tuvo que soportar la promiscuidad de su pareja, lo que la llevó a varios intentos de suicidio. Poco a poco, Eva fue tomando un lugar en la vida de Hitler, pero tenía que vivir bajo ciertas reglas, ella estaba obsesionada por complacerlo. Durante sus últimos días de vida, Eva se mantuvo al lado del líder nazi, como premio, él la hizo su esposa. Ambos se quitaron la vida antes de ser atrapados por los rivales.
(Foto: Wikipedia)
A pesar de que se les reconoce como leyenda, hay historiadores que aseguran fue un amor real. La tradición cuenta que Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, se enamoraron, pero el padre de ella rechazó al pretendiente alegando su escasa fortuna. Martínez pidióun plazo de cinco años para poder mejorar su situación y partió a la guerra. Pasaron los cinco años sin noticias y pensando que habría muerto en batalla, Isabel aceptó casarse con otro. El mismo día de la boda, Juan regresó cargado de riquezas, pero demasiado tarde. Desesperado, rogó a Isabel que al menos se despidiera de él con un beso, pero ella se lo negó por estar ya casada y el joven cayó muerto a sus pies. En su funeral, Isabel se acercó hasta el cadáver de su amado y lo besó, cayendo desplomada junto a él.
(Foto: Wikipedia)
Bonnie y Clyde se conocieron en la fiesta de unos amigos en común; de inmediato se reconocieron como amantes de las armas y de los coches. Tenían 22 años cuando comenzaron a vivir su romance, perseguidos por la ley, pues decidieron comenzar a robar. La prensa sensacionalista los hizo famosos ya que ridiculizaban a la policía que no podía atraparlos. Ambos murieron tras una persecución.
(Foto: Wikimedia Commons)
A pesar de estar prometidos en matrimonio, los amantes no se conocían, y el día que lo hicieron se enamoraron perdidamente. Se casaron el 21 de agosto de 1496, así lo señala Historia y Biografías. Tras el nacimiento de su primera hija, Leonor, el príncipe perdió interés en su pareja y comenzó a engañarla con las mujeres de la corte. Ahí comenzó una historia de celos y obsesión que trastornaron a Juana. Cuando su esposo falleció, ella estaba embarazada. Cuando su hijo Carlos ascendió al trono, encerró a su madre alegando una enfermedad mental que nunca pudo ser comprobada. Juana falleció en 1555 tras más de 30 años de cautiverio.
(Foto: Wikipedia)
Inés era la dama de compañía de la segunda esposa de Pedro, pero esto no impidió que se enamoraran perdidamente. Tras la muerte de la reina, el monarca quiso casarse con la plebeya, pero la corte y el padre del futuro Rey se negaron, por lo que mandaron asesinar a la mujer. Cuando Pedro por fin ascendió al trono reveló su matrimonio en secreto con Inés, pero su amor nunca pudo realizarse. Antes de su muerte, Pedro pidió se enterrado pies contra pies de Inés, así el Día del Juicio Final, al resucitar se verían a los ojos.
(Foto: Wikipedia)
Él estaba casado con Louise Treadwell desde 1923, pero cuando conoció a la bella actriz supieron que eran el uno para el otro. Juntos rodaron 9 películas e iniciaron una relación de la que todos sabían, pero nadie se atrevía a reconocer. Durante 26 años estuvieron juntos hasta la muerte de él. Tracy nunca quiso divorciarse de su esposa porque se sentía responsable de la enfermedad que tenía, pero decidió estar junto a la actriz, desgracia que lo llevó a hundirse en el alcohol. El día de su muerte, según lo relata Historia y Amantes, Katherine lo llevó al hospital y le llamó a su esposa para que fuera a verlo. La actriz nunca visitó su tumba.
Katharine y Spencer en la película "La Mujer del Año. (Foto: Metro-Goldwyn-Mayer)
Abelardo estaba dedicado a la filosofía y Eloísa tenía un talento excepcional, cuando se conocieron quedaron prendados el uno del otro, ella quedó embarazada y él decidió raptarla. Sus familias no aceptaron su amor y tuvieron que separarse, a pesar de sus sentimientos. En 1142 Abelardo murió a los 63 años y Eloísa reclamó su cuerpo. Ambos fueron enterrados juntos cuando ella falleció en 1163.
(Foto: Wikimedia Commons)
Yoko Ono y John Lennon se conocieron en una galería de arte en Londres en 1966. En 1969 John y Yoko contrajeron matrimonio y comenzaron a luchar por sus ideales. Su intensa relación tuvo sus altos y sus bajos, pues mantenían un amor de muchos conflictos. En 1973 John deja a Ono y regresa con ella en 1975, cuando Yoko dio a luz a su único hijo con ella. Desde ese momento, la artista se encargó de los negocios y John se convirtió en un "amo de casa". Cuando Lennon planeaba regresar a los escenarios, sobrevino la tragedia: Lennon murió asesinado el 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, a manos de un fanático desequilibrado, Mark David Chapman.
(Foto: AP)
Malinalí, conocida como La Malinche, fue un personaje significativo en la conquista de México. Malinche, despreciada por su madre desde niña, crece al lado de su abuela aprendiendo maya y la lengua indígena nahuatl. Al morir ésta, es vendida por su madre como esclava. Pasa por varios “dueños” hasta ser regalada a Hernán Cortés. Debido a su conocimiento de la lengua de los mexicas, hace de intérprete entre éstos y los conquistadores. A esta mujer se le acusa históricamente de haber entregado a su pueblo a cambio de su amor, es decir, se enamoró perdidamente del conquistador del cual ella fue aprendiz, esclava, amante y que tuvo un papel fundamental en la conquista.
(Foto: Wikipedia)