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La violencia de género en América Latina y otras partes del mundo se elevó ante las medidas de aislamiento y cuarentena impuestas por la pandemia del Covid-19, que han dejado a las víctimas confinadas con sus agresores.
En países como Brasil, Colombia, Argentina, Francia y Australia las líneas de atención ciudadana reportaron denuncias en aumento.
Según The Associated Press, las llamadas a servicios por internet y los casos de violencia doméstica han crecido en Estados Unidos; los casos de violencia de género se han multiplicado por dos en India; los asesinatos de mujeres se han disparado en Turquía desde el 11 de marzo y en Sudáfrica se reportaron casi 90 mil incidentes de violencia de género en la primera semana de cuarentena.
El gobierno de Australia reportó un alza de 75% en las búsquedas en internet de ayuda ante violencia doméstica, y la gestión gala aseveró que los reportes de violencia doméstica habían subido 32% en Francia y 36% en París en una semana.
En Colombia, las denuncias de agresiones en contra de las mujeres crecieron 250%, según el observatorio colombiano de las mujeres. La línea púrpura para la protección y orientación sicológica y jurídica a mujeres en situación de violencia recibió más de mil 300 llamadas y atendió mil 197 solicitudes en las dos primeras semanas de aislamiento.
Según El Tiempo, en las llamadas recibidas hubo 214 casos que requirieron atención profunda. El 50% de los casos reportó violencia sicológica; 23%, física; 19%, económica; 4%, patrimonial; 1%, verbal, y sexual, 4%. “La violencia a las mujeres se perpetúa en muchas ocasiones por la falta de determinación de los Estados de generar mecanismos para la atención y protección a las mujeres violentadas, lo que ha generado desconfianza en las víctimas para la denuncia”, expresó a EL UNIVERSAL Marcela Acevedo, representante del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Ante el alza de los reportes en el país, la Red Nacional de Mujeres desarrolló la aplicación Ellas, la cual incluye un botón de pánico para alertar a contactos de emergencia designados. Su versión web cuenta con información educativa sobre la prevención de violencia de género. Por parte del Estado colombiano se decidió liderar campañas como Juntos por ellas, la cual alienta a las víctimas a denunciar en los teléfonos.
En marzo, la directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres, la uruguaya Maria-Noel Vaeza, comentó que la situación “es algo preocupante. La seguridad alimentaria y la violencia intrafamiliar, la violencia contra la mujer son asuntos de políticas públicas que hay que atender en estos momentos (…) [pues] la situación de violencia doméstica aumentará”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera “un tema de salud pública que puede llevar a un número mayor de feminicidios y de violencia contra la mujer”. António Guterres, secretario general de la organización, subrayó que “para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor allí donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares (…) de modo que hago una nueva llamada a la paz en casa”. El Papa también pidió apoyo para ellas.
Múltiples denuncias por violencia doméstica en Brasil se registraron en el periodo de confinamiento, donde de acuerdo con cifras de las autoridades, el aumento fue de 18%. La Defensoría del Pueblo del Ministerio de la Familia, la Mujer y los Derechos Humanos refirió que hasta el 25 de marzo el número de llamadas diarias en la línea de atención a la violencia doméstica aumentó a 3 mil 303, frente al promedio de 3 mil 45 registrado entre el 1 y 16 de marzo, para un alza de 8.47%.
En Argentina, casos de homicidio en los primeros días de aislamiento como el de Cristina Iglesias y su hija Ada, de siete años, en Buenos Aires, despertaron las alertas de movimientos en pro de las mujeres.
Según el Ministerio de la Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual de Buenos Aires, las llamadas a la línea 144 se elevaron 60% del 20 al 26 de marzo, con 279 denuncias por violencia de género. “En Argentina lo que podemos ver son las estadísticas; sin embargo, hay muchas que no podemos ver, que no salen a la luz”, dijo Noé Costas, representante de Feministas Humanistas.
“Con las colectivas empezamos las denuncias a través de las redes sociales y estas denuncias llegaron a organismos públicos como el Ministerio de la Mujer. Estamos ofreciendo voluntariamente nuestros teléfonos a quienes están sufriendo esto para comunicarse con nosotras, poder escucharlas y darles una orientación hacia un organismo que pueda atenderlas. Es el hecho de sentir que hay una persona del otro lado, que alguien te escuche”, expresó.
Añadió que “así como se está brindando alojamiento en diferentes hoteles para personas en situación de calle, que se tengan en cuenta alojamientos para mujeres que están en situación de violencia”. Se espera que las medidas de aislamiento continúen en Latinoamérica ante la emergencia sanitaria, por lo que los reportes por violencia intrafamiliar se desplazarán hacia arriba.