La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, afirmó hoy que no puede "garantizar" que el presidente Donald Trump no haya usado alguna vez la palabra "nigger" (término racista y despectivo para denominar a los afroamericanos), tras la acusación de una ex asesora que dice tener grabaciones que lo demuestran.
"Nunca le he escuchado utilizar ese término o algo similar", indicó Sanders en rueda de prensa en la Casa Blanca.
Sanders precisó, no obstante, que no puede "garantizar nada", ya que no ha estado "en todas las reuniones" de trabajo que se celebran en la mansión presidencial.
La portavoz respondía así a las acusaciones de Omarosa Manigault Newman, la exasesora de Trump en temas afroamericanos, quien asegura que posee grabaciones en las que el gobernante emplea este término, considerado tabú en Estados Unidos por su fuerte carga racista y su connotación esclavista.
Sanders lamentó los comentarios de Omarosa y cargó contra la "falta de integridad" de la exasesora por haber grabado en secreto conversaciones con el presidente y otros altos cargos.
El propio mandatario avivó la controversia al llamar "perra", "loca" y "llorona" esta mañana a su exasesora en un mensaje de Twitter.
En referencia a la dureza de estos insultos, Sanders dijo que el presiente expresaba "su frustración" con su exasesora.
Tras participar en 2004 en el concurso presentado por Trump "The Apprentice", de la cadena NBC, Manigault se convirtió en una de las personas de confianza del multimillonario, quien no dudó en ficharla para su equipo cuando asumió la Presidencia, en enero del año pasado.
Newman ocupó el cargo de directora de Comunicaciones de la Oficina de Enlace Público de la Casa Blanca hasta que el pasado mes de diciembre presentó su dimisión por razones que nunca fueron aclaradas.
La ex asesora publicará esta semana su libro "Unhingued" (Desquiciado), en el que narra su periodo dentro de la Administración estadounidense.